El Padrino: 40 años después.
Es una de las películas que más entusiasmo ha generado y una de las favoritas de todos los cinéfilos, pero también una de las más analizadas y criticadas entre las grandes obras maestras del cine. De forma independiente o por su temática, El Padrino seguramente sea la producción cinematográfica más citada en este blog. Entonces, ¿por qué volver de nuevo a ella?
En un día como hoy, bueno, no como hoy exactamente, pero sí hace treinta años, nacía El Padrino. A excepción de Marlon Brandon, casi todo el equipo (actores y director, incluidos) eran prácticamente desconocidos y se hicieron responsables de una película, marcada por la batalla campal propia del rodaje de grandes superproducciones. De hecho, no en pocas ocasiones la creación artística tiene algo de fatalidad.
Hay películas que parecen imposible haberse rodado de otra forma o con otro reparto, pero en su momento supusieron todo un quebradero de cabeza para los principales responsables. En este sentido, el caso de El padrino es paradigmático, aunque parezca mentira.
-Firma el trato Sonny.
-Para ti es fácil decirlo, él no es tu padre.
-Yo soy para él, como tú o Mike.
Varios directores fueron considerados para el proyecto, los primeros en la lista fueron los americanos Elia Kazan y Arthur Penn, y el franco-griego Costa-Gavras, pero cada uno de ellos declinó la invitación, por lo que la Paramount estuvo a punto de desechar el proyecto.
Francis Ford Coppola era un director de poca monta, que venía de recibir un premio de la Academia por co-escribir el guion de la película Patton, pero que había dirigido tres películas, no muy estimadas por las productoras. Entonces, ¿cómo fue posible que la major confiara en él para esta obra maestra?
-¿Cómo lo consiguió?
-Mi padre le hizo una oferta que no pudo rehusar.
Podría decirse que existió algo de predestinación, pues coindice su apellido "Coppola" con la capa que solían vestir los jefes mafiosos en las películas italianas. Pero la verdad es que tras la negativa de las primeras propuestas, entre ellas el cineasta griego Costa Gavras, se buscó algún cineasta de origen italoamericano y que no fuera conocido, pues saldría relativamente barato el aunarlo a sus filas.
Pero lo cierto es que creó toda una controversia en plena época del rodaje. Dudaron, por ejemplo, de su capacidad para rodar las diversas escenas de violencia, algo que hoy está fuera de toda duda.
-Nos conocemos desde hace muchos años y por primera vez, vienes a pedirme un favor.
Cada intérprete parece nacido para su papel en la película, incluso los sencundarios, y cada detalle parece hecho a medida. A pesar de eso, hubo problemas a la hora de reunir el reparto.
A parte del director, Marlon Brandon también estuvo puesto en duda, debido al excéntrico comportamiento del actor en sus anteriores películas, convirtiéndose en un asiduo de la prensa sensacionalista. Otro problema fue que el papel del mariscal de los Corleone fue ambicionado por otro actor: Frank Sinatra. Lo cierto es que Brandon le había arrebatado el papel a Sinatra en otras ocasiones, por ejemplo en La Ley del silencio (Elia Kazan). El popular cantante y actor quedó tan decepcionado, que lanzó duras críticas contra el equipo de rodaje; de hecho, se dice entre la comidilla de Hollywood, que fue esta reacción lo que permitió que se incluyera en el argumento la propia historia de Frank Sinatra con el capo Lucky Luciano.
-Hollywood te dará lo que pidas.
Sin embargo, incomprensiblemente Marlon Brandon estuvo en la picota por su personaje.
-¿Qué he hecho para que me trates con tan poco respeto?
Parte del atractivo visual y estilístico de la obra consiste en la interpretación de la figura de Michael Corleone. Pero también tuvieron sus reservas con el joven intérprete que fue a sucederle en la ficción: Al Pacino.
No todas los problemas venían de la productora, sino que la historia de El padrino encontró la oposición de la comunidad italoamericana. Por citar un detalle, es famosa la negativa del pueblo Corleone para permitir rodar las escenas de la segunda parte de la saga. Pero al final, nadie puede poner en duda que se trate de una gran película, una gran saga cinematográfica, en torno al poder, la ambición, el Sueño Americano y la violencia.
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