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Literatura y cine.

Musa. La dama número 13.

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Tres años después de cerrar la saga de “Rec” y con la magnífica “Mientras duermes”, de por medio, Jaume Balagueró estrenó su novena película, un thriller con ribetes de terror, basada en la novela “La dama número 13”, escrita por José Carlos Somoza.

Samuel Solomon (Elliot Cowan) es un escritor y profesor de literatura que mantiene una relación secreta con una de sus alumnas. Pero cuando la tragedia se abate sobre él, comenzará a sufrir unas pesadillas recurrentes sobre una mujer, asesinada por una figura enmascarada. Partiendo de esta breve premisa, Balagueró juega con la realidad y la ficción en su último film,  a partir de una idea genial: la forma en que las musas influyen en los creadores para luego atormentarlos-. Un aspecto a destacar sería cómo se ha adaptado la novela, con un lógico proceso de síntesis –de las “trece damas” del título se ha pasado a siete-; las siete mujeres que acosarán al protagonista, representadas por siete “imagos” o imágenes, parte de un puzzle que Solomon irá componiendo a lo largo de su investigación. Otro detalle es el cambio de localización. De Madrid, Balagueró traslada la acción a Dublín. 

Un film rico en citas literarias pero pobre en emociones, envuelto por un misterio. Si se quisiera resumir en una frase la película, nos quedaría algo así. Con elementos de muchos de los thrillers que surgieron a raíz del éxito de “Seven” (David Fincher), el director catalán hebra una historia de “terror” en donde estas musas se involucran en la vida de una de serie de personas de un modo que afectaron a John Milton, Dante o Blacke en siglos anteriores. Pero a medida que avanza el film toma más cuerpo sus similitudes con "El código da Vinci".

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El director busca un enfoque clásico y atmosférico haciendo un buen uso del entorno irlandés, en donde se ambienta la historia; lo mejor de la película. Los que habéis visitado Dublín y, sobre todo, el desmantelado psiquiátrico reconocerán muchas de las localizaciones de las que el director catalán saca un gran partido. En cuanto al reparto, destacan las sólidas interpretaciones del frente femenino: como Franka Potente, Ana Ularu o Joanne Whalley; también nos es grato ver a Christopher Lloyd, aunque sea con un breve papel.

No es difícil reconocer dos formas de dirigir su filmografía. Por una parte, estarían las producciones con historias y repartos españoles (“Los sin nombres”, “Mientras duermes” o “Rec”) y luego unas películas tan pensadas para el mercado hollywoodiense que están rodadas en inglés y cuenta con un reparto internacional. Este sería el caso de “Musa”, como también de “Darnkness” o “Frágiles”, en mi opinión los títulos más flojos de su cine. En este sentido, su último trabajo -“Musa” (2017)- resulta muy irregular. El argumento tiene algunas fallas importantes, entre incoherencias, situaciones inverosímiles y subtramas –aquella de la trata de blanca- que solo hacen alargar el metraje, de manera innecesaria.

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Historia de una pasión. La balada de la solitaria Emily Dickinson.

Historia de una pasión. La balada de la solitaria Emily Dickinson.

El film comienza en un seminario laico para señoritas en donde una profesora recrimina a una joven Emily Dickinson: “Estarás sola en tu rebeldía”, un prólogo que nos introduce en una idea  que se desarrollará a lo largo de la película: La vida poco ortodoxa de la poetisa, alejada del modelo de mujer de la época, y el aislamiento voluntario en la casa familiar.

Terence Davies vuelve a la gran pantalla con una biografía de la escritora Emily Dickinson, la primera vez que se acerca el cine a la vida de esta mujer, enclaustrada en el hogar familiar, hasta su muerte, y que llegó a escribir un poema diario. Una película que llegaba justo en el 130 aniversario de su muerte, en 1886, cuando la poetisa contaba con 56 años. Está protagonizada por la actriz Cintia Nixon, conocida por la serie “Sexo en Nueva York”.

La película se aleja del biopic hollywoodiense y se acerca al formato, con pretensiones artísticas, desarrollado en el centro y norte de Europa (Crónica de Anna Magdalena Bach, Straub-Hulliet, 1967). Un título influido por la pintura de artistas como Hammershoi y, por tanto, por el cine de Carl Theodor Dreyer o Ingman Bergman.

Según la película, ésta hablaría de la pasión, pero en concreto, de una “pasión tranquila”, siguiendo el título original “The quiet passion”. Si el retrato que presenta la película fue  tal cual, Emily Dickinson sería una mujer que se fue aislando hasta extremos insospechados. Deja de salir de casa –incluso de su propia habitación-, hasta el punto de que cuando llegan las visitas ni siquiera las recibe, habla a voces desde su habitación. La película recrea su mundo interior, todas sus inquietudes y dilemas y, de vez en cuando, se oyen en off, sus propios poemas y las conversaciones que mantiene con el resto de la familia, en donde podríamos destacar la interpretación del personaje principal pero también el de su hermana, interpretada por la actriz inglesa Jenifer Enleh.

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Dickinson fue un personaje, de quién existen más habladurías que certezas, una poetisa que se mostraba reticente a publicar sus obras y una mujer solitaria y atormentada que pasaba largas temporadas aislada del mundo, viviendo encerrada en la casa familiar. Una poetisa que estaría en la línea de las escritoras norteamericanas del XIX como Jane Austin o las hermanas Brontë, cuyo personaje se relacionaría con los melodramas en femenino –habituales del cine de Davies-. Serían historias acompañadas de una bellísima fotografía y un lirismo poético, en donde la importancia de la memoria cotidiana  y los posibles efectos del dogmatismo religioso en la sociedad, son algunos de los aspectos habituales en su cine.

-¿No va a arrodillarse y a entregarse a Dios?

-No, señor, no voy a arrodillarme.

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Terence Davies, el poeta de las imágenes.

Hay quienes creen que en el británico sólo hay cabida cine social y Shakespeare, Ken Loach o Stephen Daldry. Dentro de este panorama, Davies es un auténtico espíritu libre dentro de tanta modernidad impostada. Quizás esto sea exagerado pero ser uno de mis directores vivos, favoritos, hace que mi valoración sea poco objetiva.

Terece Davies es uno de los grandes cineastas británicos vivos, aunque su cine –alejado de toda pretensión comercial- apenas tiene calado en el gran público, debido a su intransigencia a la hora de preparar los proyectos (él es también el guionista de todas sus películas) y a su particularísimo estilo cinematográfico. Su cine transcurre entre las referencias autobiográficas en títulos como Distant Voices/Still Lives –su obra maestra- y las adaptaciones literarias como “La casa de la alegría”.

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Otro de los elementos que hace gala el cine de Davies son sus impresionantes transiciones temporales, como aquellas que aparecían en “Distant Voices”. En esta ocasión, el paso de la edad juvenil a la adulta del personaje principal se realiza a través de morphing, es decir, transformación con ordenador de una imagen a otra,  sobre los retratos de Emily Dickinson. Una elipsis que realiza a través de estos retratos familiares, algo que estaría entre los grandes logros cinematográficos de los últimos años.

De todas sus películas, la más cercana -a esta que comentamos- sería “La casa de la alegría”, protagonizada por otra estrella televisiva. Si entonces, Gillian Anderson demostraba sus dotes dramáticos más allá de la conocida “Expediente X”, Cintia Nixon supera con nota un personaje alejado del papel de Miranda, interpretado en “Sexo en Nueva York”.

Una maravillosa dirección artística, una fotografía espléndida y unos diálogos magníficos, para una película de culto pensada para un público minoritario.

Günter Grass, en la memoria.

Günter Grass, en la memoria.

Hoy estamos de luto los que amamos las letras porque ha fallecido un autor genial que- sin librarse del peso de la polémica de muchos libres pensantes- no podemos, sin embargo, quitarle el mérito y el talento a esta autor alemán, premio Nobel de Literatura y Premio Príncipe de Asturias, por las Letras.  Lo cierto es que sin tener una clara relación con el cine, hemos querido reseñar esta efeméride en la sección que dedicamos a ambas disciplinas.

Nació en la ciudad libre de Danzing (la antigua Gdansk), en Polonia, fue miembro del llamado Grupo 47, formado por una serie de escritores jóvenes alemanes que tuvieron como objetivo revitalizar la literatura en la posguerra. Su primer gran éxito literario es El tambor de hojalata, su obra más conocida, y uno de los motivos por incluirlo en estas páginas dedicadas al cine. En política siempre estuvo muy cercano al partido socialdemócrata y ayudó entre otros a Willy Brandt en sus campañas. Pero es cierto también a Gunter Grass le acompañó la polémica.

                                                  

Fueron llamativamente polémicos los episodios de su juventud que relató en su autobiografía, Pelando la cebolla, en donde relata su infancia, su vida como soldado, sus inicios como escritor o su relación con el Papa Benedicto XVI. Sin embargo, lo que realmente impactó en él fue su confesión de haber pertenecido a las Waffen-SS, esto es, que se contó entre los soldados, casi un millón, que reclutó al final la SS (Schutzstaffel o «Cuerpo de Protección»).

También resultaron polémicas sus opiniones sobre Israel, e incluso otra de sus novelas, A paso de cangrejo, en la que se recuerda el destino de millones de alemanes que fueron víctimas de la Segunda guerra mundial. La parte central  es el hundimiento del barco Wilhelm Gustloff, el 30 de enero de 1945, con miles de refugiados de la Prusia Oriental a bordo, región muy familiar para él, porque allí es donde se crió.

                             

                           

Como ya hemos anunciado, El tambor de hojalata fue adaptada al cine. La versión cinematográfica corrió a cargo del director Volker Schlöndorff y del guionista, Jean-Claude Carrière, para una coproducción europea, rodado veinte años después de publicarse la novela (1979). Un niño alemán con tendencia a la fantasía, que vive en los duros años de la Segunda Guerra Mundial, recibe como regalo de cumpleaños algo que marcará el resto de su vida: un tambor de hojalata.  Ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes y del Óscar a la mejor película de habla no inglesa, no se libró de la polémica y la censura, sobre todo por escenas como esta. El personaje principal David Bennent—Oskar Matzerath- que contaba con doce años mantenía relaciones sexuales con la actriz Katharina Thalbach (como María Matzerath en la película), entonces de veintiséis años.

Cerramos este texto –con el que recordamos a Gunter Grass- con una cita de El tambor de hojalata: “Ya no volvió. Del hecho de que antes de irse vaciara de un solo trago su vaso de refresco puede deducirse que el vaciar el vaso significa Adiós“.

En la ceremonia de los Nobel. 

La Bella y la Bestia: entre el cine y la leyenda.

La Bella y la Bestia: entre el cine y la leyenda.

La Bella y la Bestia es uno de los cuentos más tradicionales, narración que a pesar de sus múltiples variantes, fue obra escrita por la francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, en 1740. Sin embargo, la versión más conocida es una adaptación resumida de esta, a cargo de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, unos veinte años más tarde.

-Érase una vez un mercader, cuya hija favorita se llamaba Bella. En una terrible tormenta, el mercader perdió toda su carga y su familia se arruinó.

Como tAodo el mundo sabe, el príncipe es un cazador a quien la naturaleza le castiga convirtiéndole en una bestia horrible. Sólo el amor de Bella lograría romper el hechizo.  Como en otros  muchos mitos populares se habla de un príncipe convertido, por arte de magia, en algún animal salvaje o monstruo, que es redimido por el beso y el amor de una doncella. Cuentos que simbolizaban la animalidad relacionada con la condición humana. Pero La bella y la bestia también se ha querido interpretar como la llegada de la madurez de una niña, e incluso como una crítica a los matrimonios de conveniencia. Sea como fuera, el cuento tenía todo aquello para que la historia fuera adaptada en una infinidad de veces y en muchas películas inimaginables, que el cine ha recogido en versiones del clásico.

Respetuosa con el original, destacamos La Bella y la Bestia, en la versión de Jean Cocteau (La Belle et la Bête, 1945) con Jean Marais como la Bestia y Jossete Day como Bella. Un film algo cursi, pero a pesar de todo la mejor versión cinematográfica con personajes reales. Película que influyó, y mucho, en la desconocida Panna a Netvor (Juraj Herz, 1978), una muy cuidada producción checa que tomaba prestados elementos del film anterior como las estatuas que miran. Eso sí, el film estaba más emparentada con el cine de terror que el drama romántico.

Pronto la historia interesó al mundo de la animación. La más temprana adaptación animada corresponde a Sergei Aksakov, que lo tituló: La flor escarlata. Una versión de los años cincuenta, a través de la técnica del rotoscopio y que adptaba el clásico a ambientes eslavos.

-Bella, habéis vuelto.

-Pues claro que he vuelto.

Sin embargo, la más interesante sigue siendo la versión animada de los años 90, a cargo de la factoría Disney. Una delicia que se encuentra entre lo más destacado de la compañía. La película ganó el Óscar a la mejor canción original y el Óscar a la mejor banda sonora, y es la primera de las tres películas animadas de la historia nominadas al Óscar a la mejor película. Otras versiones que podríamos recordar es la que se hizo para la televisión (a finales de los ochenta), protagonizada por Linda Hamilton y Ron Perlman, y la musical, a cargo de Eugene Marner, con Rebecca de Mornay y John Savage.  

                                  BEAUTY AND THE BEAST

Las variantes de esta historia, la presencia de una figura grotesca que se enamora de una bella mujer, también han sido adaptadas numerosas veces al cine, como El Fantasma de la Ópera, de Gastón Leroux, o Notre-Dame de Paris, de Victor Hugo.

-Ahí están: La Bella y la Bestia, una bella que ha pasado por una experiencia que jamás habría soñado y que fue salvada de las garras del terrible King Kong, por su futuro esposo.

Pero de estas reinterpretaciones la más famosa son las películas de King Kong inspiradas en el cuento original. De hecho en el propio film de 1933, el personaje de Carl Denham, que parte en busca del monstruo junto a la actriz Ann Darrow, cree que la aparición de Ann y el monstruo juntos en su película podría ser una reminiscencia del cuento.

Y ahora, la Bella y la Bestia (2014), versión a cargo de Christopher Gans (recordar, el director de Silent Hill) y con Vincent Cassel y Léa Seydoux, al frente del reparto. Entre los actores, está la curiosidad de encontrarnos al español, Eduardo Noriega, con el personaje de Perducas, aunque su voz fue doblada en la versión francesa.

¿Os acordáis de Cuenta cuentos, una serie con John Hurt, que emitía TVE, en los años 80? Christopher Gans debería haberla tenido en cuenta antes de dirigido esta versión. Estéticamente pretenciosa para una historia que carece de emoción, y al final queda una película bastante irregular.

-Eres más valiente que tu padre. Cada tarde a las 7, en punto, tendrás que estar aquí. Ni se te ocurra escapar, el bosque te lo impediría.

                         

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Phillipe Marlowe: una creación de Raymond Chandler, maestro del cine negro.

Phillipe Marlowe: una creación de Raymond Chandler, maestro del cine negro.

- El estilo no se consigue preocupándose por el estilo, sino a través de la capacidad de transmitir su emoción y su percepción, es lo que convierte a uno en escritor. Él mismo.

Una de las figuras más sobresalientes que han fusionado literatura y cine, es el maestro del género policíaco o cine negro: Raymond Chadler. Con su primera novela, lograba un éxito tremendo que luego se repetiría en la gran pantalla: El sueño eterno. De esta grandísima obra, rescatamos su principal creación, que ha contado con un estrecho desarrollo junto al séptimo arte: el célebre detective Phillip Marlowe. Así, le queremos rendir un sentido homenaje, en nuestro estilo.

                         

A pesar de que nació en Chicago, se crió en Inglaterra y sólo al volver a los Estados Unidos y ver que su escrupuloso inglés británico no tenía nada que ver con el inglés norteamericano, se decidió tanto por la escritura que llegó a ser una de las figuras principales de su literatura. Esto le obligó un poco a convertirse en una especie de buscavidas, pasando por una gran variedad de oficios, desde empleado en una fábrica de envasado de albaricoques a directivo de empresas petroleras. De hecho, se erige como el principal autor de novela negra de su época, creador, ante todo del incomparable Phillip Marlowe.

“Enseñadme un hombre o una mujer que no soporte las novelas de misterio y yo os enseñaré un tonto. Un tonto mañoso, pero un tonto, al fin y al cabo”.

Después de la Primera Guerra Mundial, en una sociedad con graves problemas sociales, la novela de detectives derivó a la llamada novela negra. La corrupción, la autoridad de los gánsters de las calles y la crítica social, provocó un sentimiento de repulsa que se tradujo en la creación de un detective duro, que respondiese con violencia a la violencia. Personajes escépticos y marginados tuvieron en Dashiel Hammet su creador, con Sam Spade, mientras que Chalder sería el magnífico continuador de su estilo. portando una evolución psicológica de sus personajes, sus protagonistas representaban la defensa de los valores esenciales amenazados por la sociedad. 

                   Phillipe Marlowe

Phillip Marlowe ha aparecido con diversos rostros en el cine, e incluso dando pie a una serie televisiva, en los años ochenta. George Montgomery, Robert Mitchum, Elliot Gould, Danny Glover, James Caan y James Garner, son quienes lo han interpretado en la gran pantalla, pero ninguno de ellos ha transcendido tanto como Humphrey Bogert en El sueño eterno. 

 - Cómo entró, sino tiene la llave.

- Adivínelo. Por cierto, ¿cómo es que lo tiene usted?

- ¿Es su problema?

- Podría serlo.

 En la televisión fue Powers Boothe quien hizo el papel del personaje de Chandler en la serie de la HBO Philip Marlowe, Private Eye. Pese a todo, el escritor siempre tuvo a un actor en mente que según él encarnaría a la perfección a  Marlowe. (En Raymond Chandler, Cartas y escritos inéditos, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1976), dejo escrito: "Si alguna vez hubiese tenido la oportunidad de elergir a un actor de cine que representara mejor la imagen que yo tengo de él, creo que tendría que haber sido Cary Grant".

                   

“Yo llevaba dos billetes de cien en el bolsillo, que pedían a gritos un hogar” En Adios, muñeca, película de Dick Richards, Robert Mitchum era el actor encargado de interpretar al personaje de Raymond Chadler.

 - La casa, en sí, no era gran cosa. Era más pequeña que el palacio de Buckinham y además seguro que tenía menos ventanas que el edificio Pricenston.

"Marlowe no despreciaba a las clases altas porque se tomasen baños diarios, lo despreciaba porque son unos farsantes". Marlowe, un detective muy privado (Paul Bogart)

- No le importará, Marlowe, porque es un detective barato, espía de cerraduras, un entrometido.

- ¿Quiere que me importe?

- Me encantaría, me encantaría.

- Pues no me importa.
Incluso en una película tuvo una cierta relación sentimental. (La dama del lago, Robert Montgomery.
- Yo no veía nada, pero lo sentía en el estómago, como un saco con una ropa mojada.

El último título que destacamos es Historia de un detective (Murder, my sweet), con la que Edward Dmytryk lograba un éxito para la RKO, con una nueva aventura sobre Marlowe. Marlowe apareció inicialmente en una historia corta, llamada Finger Man (El confidente), sin embargo, Chandler define a su personaje en El Largo Adiós (1953): "Soy un investigador privado con licencia y llevo algún tiempo en este trabajo. Tengo algo de lobo solitario, no estoy casado, ya no soy un jovencito y carezco de dinero".

                               

Y así aparecía en la obra más conocida, El sueño eterno: “Eran cerca de los once de la mañana. Estaba limpio, afeitado, sereno, y no me importaba que se me notase. Era todo lo que un buen detective privado debe ser e iba a visitar a cuatro millones de dólares”. Así comienza su primera gran novela, El sueño eterno. En esta aparecía su creación más célebre, Phillipe Marlowe. Temerario, inteligente y sensual, reunía todas las características del detective norteamericano, además de ser culto, leer a Hemminguey y a Flaubert, y soltar de vez en cuando unos chistes mordaces y diálogos ingeniosos.

- Me tiene sin cuidado que no le guste mis modales, ni siquiera me gustan a mí, me hacen llorar las noches y me importa tanto que se meta conmigo como que tome sopa con tenedor.

La influencia de Alicia y Caperucita roja. De los cuentos al cine.

La influencia de Alicia y Caperucita roja. De los cuentos al cine.

-Y aseguraos de volver antes de que el último grano de arena caiga.

 El laberinto del fauno.

Los personajes de Alicia y de Caperucita roja son dos de los iconos literarios más leídos e influyentes en todo el medio cultural y, por tanto, del cine.  Los hemos elegidos para homenajear al mundo literario, coincidiendo con la Feria del Libro. 

Alicia en el país de las maravillas y su continuación, Alicia a través del espejo forman parte del universo de Lewis Carroll, cuyos personajes y situaciones surrealistas, los divertidos juegos de palabras e ironías y locuras, sin concesiones, sedujeron a generaciones de artistas. Durante décadas se han filmado decenas de películas que han tomado prestado las peripecias de una niña, Alicia, en un mundo tan mágico como el País de las Maravillas. 

                       

Sin ser la primera adaptación, la verdad es que la versión de 1933, rodada por McLeod para la Paramount es una de las más conocidas, a parte de cumplirse este año su aniversario. Es fiel al espíritu del original, con un exceso de ortodoxia y una realización, correcta pero algo plana. La película de McLeod tiene un aire teatral, de manera que el diseño de decorados y sobre todo la caracterización de sus personajes sugieren que el propósito no era tanto elaborar un relato fantástico sino, más bien, proponer un acercamiento respetuoso e incluso práctico hacia Lewis Carroll: fue concebida como uno más de los actos conmemorativos del centenario del nacimiento del escritor que se realizaron en Inglaterra y en los Estados Unidos entre 1932 y 1933.

-Contesta a una adivinanza, ¿qué hace un huevo en una mesa de escritorio?

-¿Qué pasa si lo preguntara al revés?

-¿Qué diferencia hay?

-¿Y qué diferencia una cosa de la otra?
Sin embargo, la versión más popular sigue siendo la propuesta de animación de la Disney. Walt Disney estaba obsesionado en plasmar en imagen ese mundo tan particular surgido de la imaginación de Carrol.

Desde entonces, el cine ha contado con una amplísima influencia de sus personajes, en propuestan tan diversas como Matrix, destacando como fuente de inspiración e incluso como parte de remakes. 

 -Si tomas la roja te quedarás en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera del conejo.

 La última versión viene de mano de Tim Burton, quién parece estar más perdido que Charlton Heston en su remake de El planeta de los simios. Desvirtúa al original, muy en la línea del género fantástico actual, e incluso con un guiño a El Señor de los Anillos.  

-¡Cómo! ¡Nos han traído una falsa Alicia!

-¡Que le corten la cabeza!

                         

Caperucita roja es uno de los personajes más célebres y universales de la literatura infantil y de los cuentos de hadas. El personaje es el de una niña ataviada con una caperuza roja, acompañada de un lobo, tal y como lo recogió Charles Perrault en "Historias y cuentos de los tiempos pasados".  El también francés Gustave Doré reflejó en un grabado la esencia del cuento: el erotismo en clave de metáfora fantástica. Una jovencita acostada junto a un lobo, destacándose la enorme la cabeza del animal, cubierta con un gorro de dormir.  

- “El tuyo es fácil, tu serás Caperucita roja”.

- “Gracias, señor Grimm”.

                   

Como todo el mundo sabe, los responsables de que hayan llegado hasta nuestros días - no sólo el mito de Caperucita, sino otros muchos cuentos imprescindibles- son los hermanos Grimm. Otros han distorisionado la madura y fiel visión del mundo que planteaba su original, como Walt Disney, siempre empeñado en el propósito de idiotizar a  los niños del mundo y de engañarlos con un universo que nada tiene que ver con el real. Hemos visto propuestas tan diferentes como el cortometraje animado de Tex Avery (Red Hot Riding Hood) o extraños proyectos como Caperucita y Pulgarcito contra los monstruos (Roberto Rodríguez), pero también el personaje de Caperucita ha aparecido en spots publicitarios como el de Chanel nº 5, filmado por Luc Besson, protagonizado por Estella Warren y con la música de Danny Elfman. 

                         

Forma parte de la siempre taquillera y explotada dicotomía entre el mundo del cine y el de los cuentos infantiles, referencias a la caza del gato al ratón pero con un personaje -que parte del medievo- y que sirve de metáfora de la sexualidad, mientras que su inteligencia le permitía prescindir de alguna ayuda para huír de su atacante. En este sentido, ha captado tanta atención de la cámara cinematográfica por parte de numerosos directores que han contado con féminas dispuestas a superar el papel de víctimas.

Dentro de esta orientación, Hard Candy tiene una gran relación con el cuento original aunque le aporta un giro de tuerca. En un brillante esfuerzo por contemporanizar el mito, su director traslada el lobo a la figura de un pederasta que no parece serlo, mientras que la Caperucita es una chica de sobrada inteligencia y de dudosa salud mental. E incluso, su propia vestimenta, la clásica caperuza es uno de los símbolos característicos de esta ópera prima de David Slade. 

El Hombre sin edad: Coppola lleva al cine una obra de Mircea Eliade.

El Hombre sin edad: Coppola lleva al cine una obra de Mircea Eliade.

-El 8 de enero cumplo 70 años. Mi país natal, Rumanía, ha hecho un pacto con el Diablo, Adolf Hitler y pronto puede estar bajo asedio.

Podría resultar una simple anécdota o un ejemplo de cómo funciona este oficio en nuestro país, pero resulta llamativo que un cineasta como Francis Ford Coppola -todo una referencia en el séptimo arte- estrenase en España, directamente en el formato del DVD, sin pasar antes por las salas de cine. Este es el caso de El hombre sin edad (Youth without Youth).

-Pienso que no eres mía, que no estás conmigo, que eres de otra época. Y bien. Que al contrario de lo que pienses, sí me interesas, que no está bien encerrarte en tu mundo ajeno, en el que no puedo entrar.

Protagonizada por un actor todoterreno como Tim Roth, está arropado por un reparto de gran renombre con Matt Damon o Bruno Gantz y Alexandra Maria Lara, actores que coincidieron en la película El hundimiento, con el rol de Hitler y su secretaria, respectivamente. El hombre sin edad es una atípica propuesta, adaptación de una novela de Mircea Eliade; conocido filósofo, ensayista e historiador de las religiones, autor de ciertos relatos, como el que se adapta en esta película con puntos en común con la filmografía del cineasta. Una novela que fue publicada en España con el título de Tiempo de un centenario (Alianza Editorial, colección El Libro de Bolsillo / Literatura contemporánea), que recomiendo conocer y así descubrir a su prestigioso autor.

                                                      

Eliade es uno de los historiadores de la religión más reconocidos del siglo XX, con una obra maestra "El mito del eterno-retorno" y otros mil títulos más, que incluye una bibliografía -La nuit bengalí- adaptada al cine por el francés Nicholas Klotz y protagonizada por Hugh Grant-.

-La fórmula del doble es correcta y útil, pero no tengas prisa en contársela al profesor.

En la película de Coppola aparerecen muchos temas del gran Mircea Eliade como son la teoría del doble, el origen del lenguaje, la pasión espiritual o el mito del eterno-retorno. Por eso, tendría que hacer un aviso a navegantes, el film de Coppola cuenta con una transcendencia filosófica y casi fantástica en su historia.

-A veces admito que no pueda acabar la obra de mi vida.

El profesor Dominic Matei (Tim Roth), trata de escribir una obra a la que ha dedicado toda su vida, pero frustrado por la imposibilidad de acabarla, viaja a Bucarest para suicidarse. Allí le sucederá algo extraordinario que le cambiará la vida. A partir de entonces, recorremos con él importantes episodios históricos, desde el nazismo a la guerra fría, presentado como un personaje peculiar, un estudioso obsesionadado por conocerlo todo, especialmente interesando por el origen del lenguaje. Un personaje que sufrió el impacto de un rayo, que lo destroza y lo regenera.

-Es la aterradora e intrigante verdad de que soy un mutante, como un personaje de ciencia-ficción, soy un extraño Superman del futuro. Tengo acceso al conocimiento inalcanzable por la humanidad.

El hombre sin edad puede recordar a aquella película de El increíble caso de Benjamin Button, rodado más tarde que el de Coppola pero estrenado mucho antes. El paso del tiempo y las dificultades por controlar lo efímero, ha sido una temática recurrente en la filmografía de este cineasta, formado a las órdenes de Roger Corman.

- He cruzado océanos de tiempo para encontrarte.

Desde Drácula, en su versión del relato de Bram Stoker, hasta Peggy Sue se casó -que trata sobre un viaje en el tiempo- a El padrino -saga de una familia mafiosa a lo largo de medio siglo- el tiempo y la percepción que tienen de él sus personajes, es una de las referencias temáticas del director. Hay una mirada al pasado con nostalgia. Podemos recordar la gran parte de El padrino II, protagonizada por Robert de Niro, como parte de la juventud del gran mariscal de los Corleone o el amor trágico del personaje de Dracula que pretende recuperar siglos después con Mina. Por eso, el juego entre la juventud y la pérdida de esta juventud -presente en El hombre sin edad- es recurrente en Coppola, con un importante interés por volver a las ilusiones juveniles (Rebeldes). E igualmte aparecen otros temas muy Coppolas: el amor imposible o trágico (Drácula, El padrino), la guerra (Apocalipsys Now, Jardines de piedra o el propio El padrino -la guerra entre familias mafiosas-) el mundo del espionaje (La conversación) y la figura de un personaje central que representa una época histórica (Cotton Club; Tucker, un hombre y su sueño; El padrino).

¿Por qué, entonces, esta película ha contado con el rechazo de la distribución en el cine y una peor crítica que otros de sus trabajos? Podríamos sospechar que se han mostrado reticentes por su profunda carga "intelectual" que imprimen sus imágenes y sobre todo por tratarse de una obra de un ensayista de referencia. Pero también habría que tener en cuenta que El hombre sin edad es una película de producción modesta -e incluso ridícula, en relación con los stándares de Hollywood (cinco millones de presupuesto frente al veinticinco de otras anteriores)-, entendiendo que es un director con algunos grandes encargos con personalidad (El padrino I, Drácula; Tucker, un hombre y su tiempo).

                    

                             


Grandes Esperanzas, la versión de Mike Newell.

Grandes Esperanzas, la versión de Mike Newell.

¿Qué sentido tiene volver, otra vez, a una obra que ha sido adaptada más de 200 veces? o mejor dicho, ¿qué puede aportar la versión de Newell a lo que ya nos dijeron previamente -y por ceñirnos a lo más conocido-, David Lean o Alfonso Cuarón? 

2012, año de importantes efemérides, fue también el doscientos aniversario del nacimiento de uno de los más célebres escritores ingleses. Se ha hablado mucho de la influencia de Shakespeare en el cine británico, aunque debamos con justicia destacar a Dickens entre las grandes referencias en el séptimo arte. Sobre todo ahora que vivimos una gran ciris económica y Charles Dickens fue, precisamente, el escritor que mejor expuso las consecuencias negativas de una revolución industrial hasta llegar a poner voz a la clase social más desprotegida. Y lo hace, a través de los dos motores que mueven a los personajes en todas sus historias: el dinero y el amor. 

Esto está presente en la novela de Charles Dickens; el primero produce una revolución en quien lo recibe.

-Le ha sobrevenido una fortuna, es el expreso deseo  de la actual propietaria de dicha fortuna que sea apartado de sus actuales ocupaciones y sea educado como un caballero en Londres. 

                                     

Pip comparte con otros muchos personajes de Dickens (desde Oliver Twist a David Copperfield) el ser un arribista social, que pasaría de la clase más baja a la más alta gracias a un rico benefactor. El protagonista de Grandes Esperanzas es el hijastro de un herrero que de un día para otro recibe una inmensa fortuna gracias a un anónimo protector.

-Y qué haré en Londres.

-¿Qué hará?

-¿Cuál será mi oficio?

-Ser un caballero.

Con el propósito de expandir sus horizontes llega a Londres, pero también por el amor de Stella, la hija de un potentado. Sin embargo, como dice un refrán, cuando el dinero entra por la puerta, el amor se escapa por la ventana. Sus primeros reveses los descubrirá cuando conoce la vida de caballero en la gran ciudad, por que la gran crítica de Dickens es que aún teniendo el dinero, el personaje de Pip alcanza la felicidad. 

-Estar con un hombre tan despreciable, tan indigno y grosero; su única virtud que se le puede atribuir es el dinero. 

                

Mike Newell es un  director irregular con una gran película (Donnie Brasco, su mejor película) y dos pastiches (El amor en tiempos del cólera y Príncipe de Persia: Las arenas del tiempo). Pero el gran problema de la nueva versión es que su guión resulta atropellado al intentar abarcar todo lo que cuenta la novela. Que no es poco. Los matices y circunstancias y mil y un personajes que vemos en el original. "Estuve trabajando con el guionista en la adaptación de otras novelas de Dickens, pero tuvimos que dejarla porque era imposible introducirla en las dos horas de metraje de una película. Por eso, es un autor que es más adaptable al medio televisivo, por que se necesitan más de tres horas para adaptar bien cualquiera de sus obras.

-Y ¿por qué yo soy la excepción?

-A tí qué te parece. 

Esta temporada ha conocido grandes producciones sobre clásicos literarios, lo que se está convirtiendo en una especialidad del cine británico. Joe Wright versionaba de forma muy particular el Anna Karenina de Leon Tolstoi y ahora el también británico, Newell hace con el clásico de Dickens, una reconstrucción fiel del original. Incluso a sabiendas, la dificultad que atañe adaptar al formate cinematográfico una obra de esta categoría; reto que no es nuevo en su carrera, pues ya adaptó otra obra considerada inadaptable como es Amor en los tiempos del cólera, del colombiano Gabriel García Márquez. 

El principal escollo del film (a parte de resultar algo lenta y tediosa) ya nos lo introducía el propio Newell en su visita al Festival de Sevilla, pero también comentó sobre su propósito: "la novela describe lo que le ocurre a una persona cuando es demasiado ambiciosa. Pip se corrompe así mismo cuando se convierte en caballero con el fin de conseguir el amor de Stella, porque lo que no sabe -y ahí está la ironía de Dickens- es que ella es la hija de un convicto, alguien perteneciente a la clase de los desherados sociales. En esta historia, donde la vida corre sinceramente es en la humilde forja de Joe. Es torpe, es analfabeto, no sabe beber de una bota de vino, pero en su hogar Pip recibió amor".

-Señor Gargery, esto es para usted, veinte guineas, por la compensación por la pérdida de su servicio. Estará de acuerdo que es muy generosa.

-Si piensa que el dinero puede compensar la pérdida del pequeño huérfano que llegó a mi herrería.-Es muy conmovedor, ¿quiere el dinero?

Jeremy Irvine (Caballo de batalla, Steven Spielberg) es el actor escogido para interpretar a Pip, mientras que una multitud de rostros muy reconocidos acompañan al personaje en esta versión que incide sobre todo en sus matices sociales. "Su éxito se basaba en que era un autor muy democrático, daba voz a todas las clases sociales. Daba tanto protagonismo a un personaje burgués como a uno pobre. Hoy en Inglaterra, con que pronuncies tres sílabas, la gente ya sabe a qué clase social perteneces por  cómo te expresas. De esta manera te juzgan de una forma u otra". De estos destacan Robbie Coltrane, como el Sr. Jaggers, el abogado que administraría la fortuna de Pip; Ralph Fiennes (actor que siempre borda sus personajes) como Magwitch y la Srta. Havisham (Helena Bonhar Carter) como una excéntrica mujer, acostumbrada a hacer lo que quería, contando el apoyo de una gran fortuna.

 -A veces tengo caprichos extraños y ahora tengo el capricho de ver a alguien jugar. Así que, juega. Vamos. 

Hay una historia que se conoce del original, se cuenta que el propio Dickens escribió un final muy oscuro para su novela aunque prefirió comentarlo antes con un amigo. Este le sugirió que escribía como parte de un entretenimiento de masas, en un momento en que se publicaba por entregas en un periódico y por eso, le quiso dar un aire más optimista a su novela. Esto viene a cuento porque en la versión de Newell se pretende recuperar el tono oscuro que le impregnó Dickens, en un primero momento.  "A veces he hecho películas sobre libros que eran sagrados, pero ahora el gran problema es que no era un libro sino una película clásica la que ya la había versionado. En Inglaterra, la película sagrada era la de David Lean, que hizo un final emocionante con David Meals rompiendo las cortinas de la vieja casa, gritando: "¡Qué entre la luz!".

Si la versión de David Lean es insuperable, -película que se tituló Cadenas Rotas-, la adaptación de Newell supera a la modernización de la historia que hiciese Alfonso Cuarón "Grandes esperanzas". Eso sí, gustará  a los amantes de las adaptaciones de los clásicos literarios.