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Ciencia-ficción.

Terminator: la saga. El hombre, la máquina y el Apocalipsis.

Terminator: la saga. El hombre, la máquina y el Apocalipsis.

La serie de Terminator, creada por James Cameron, es toda una franquicia de la acción y ciencia-ficción que engloba películas, series de televisión y todo un merchandising a la altura de las grandes superproducciones de Hollywood, una de las marcas de la casa del cine del realizador canadiense.  La saga trata sobre la batalla futura entre el programa de inteligencia artificial Skynet y la humanidad, liderada por Arnold Schwarzenegger que interpreta a Terminator T-800

- Creo que a este tipo le falta un par de tornillos.

- Tu ropa, dámela.

- Ven tú a buscarla.

Cameron era un camionero,  que pasaba sus ratos libres leyendo y escribiendo libros ciencia-ficción y pintando miniaturas cuando unió sus fuerzas con Randall Frake y ambos llevaron a cabo el cortometraje “Xenogénesis”, que presentaba  las obsesiones técnicas y narrativas que acompañarán al cineasta canadiense. Muchas de estas ideas aparecen en la saga de Terminator (sobre todo en las dos primeras, obras del propio James Cameron, las más destacadas, principalmente por que las secuelas no supieron entender el espíritu del original, tal y como sucedió con la saga de Alien).

Uno de los temas obsesivos de la ciencia-ficción ha sido el enfrentamiento del hombre, con la máquina, todo un clásico basado en el carácter autodestructivo del hombre y presente en el cine desde sus inicios a la actualidad. Otro tema clásico que aborda la saga de Terminator es el de los viajes espacio-temporales. En el celuloide han tenido un carácter experimental, pueden servir para resolver problemas del futuro o del presente, o con un sentido cómico, para permanecer en un momento concreto. En el caso de Terminator, sirven para crear un líder y cambiar el futuro, echando una mano a la maltrecha resistencia. Para ello, el director, recurre a la visión apocalíptica a medio camino entre Blade Runner y Mad Max.

En la primer película, un Terminator es enviado del futuro al tiempo presente para eliminar a la madre del futuro líder de la resistencia. Pero John Connor, también envía un soldado humano, Reach, con el objetivo de proteger a Sara Connor (Linda Hamilton), y de paso concebir al futuro líder.

  La segunda entrega, también dirigida por James Cameron, revoluciono los recursos de efectos digitales, como ninguna otra película había conseguido hasta entonces, hasta cambiar el concepto visual del cine de ciencia-ficción. En Terminator II, El juicio final, Sara Connor, está encerrada en un psiquiátrico por sus visiones del futuro apocalíptico, mientras que un adolescente Joh Connor, tiene que defenderse de la nueva amenaza procedente del futuro, un sofisticado Terminator T 1000, con la imagen de Robert Patrick y sus diferentes apariencias que toma gracias a su material de helio.

- Si quiere vivir, venga conmigo.

- ¡Cálmate, mamá, ha venido a ayudarnos!

Pero no está solo, Arnie, ha vuelto, esta vez desde el lado del futuro Connor, que le envía como Terminator T-800, algo más rudimentario, pero con buenos sentimientos.

 - Tras la guerra nuclear, vosotros liderareis.

- ¿Guerra nuclear?

- No tiene por qué haber guerra, podemos evitarla.

- No hay tiempo suficiente, las secuencias de lanzamiento tienen lugar a las 18:18.

- ¿De hoy?

La tercera película, la más floja en la opinión de este cronista, concluía –como no podía ser de otra forma- con el inicio de la guerra nuclear y la destrucción de una importante parte del mundo. Y todo eso, ante los ojos impotentes de un joven John Connor.

- Cibor desconectado, evaluar misión.

En esta franquicia surgió, además, una serie de televisión con el título de Las crónicas de Sara Connor, que sigue los avatares de Sara y de su hijo, desde la conclusión de la saga, hasta la llegada del juicio final.

- Si nos salvaste una vez en otro futuro, puedes salvarnos en este.

Terminator Salvation, la cuarta entrega de la saga en la que las máquinas se hacen con el dominio de la Tierra. Entre otras cosas ha cambiado el protagonista que ahora es Christian Bale, en un mundo apocalíptico en la que máquinas y humanos luchan por la supervivencia. De ahí que sea la primera película de la saga que no discurre en nuestros días, con viajeros del tiempo que pretenden salvar a la humanidad, sino que se planta directamente en la guerra que tanto temían los personajes de las dos películas originales.

 

Avatar: Tecnología 3D al servicio de una floja historia.

Avatar: Tecnología 3D al servicio de una floja historia.

- ¡Señoras y señores, ya no están en Kansas, están en Pandora!

Un planeta lejano, alienígenas, marines, efectos especiales y un presupuesto desorbitado; estos son algunos de los alicientes de la última película de James Cameron, Avatar, una historia corriente, en un ambiente poco corriente. Sin duda estamos ante un filme que marcará un hito, tanto como la revolución del montaje en Eisenstein, La guerra de las galaxias o la presencia de King-Kong en el Empire State. Marcará un antes y un después en el cine, pero en el sentido técnico. Lo cierto es que transforma la manera de ir al cine, pues no funciona según la lógica del cine clásico. Quizás sea este el logro que permita señalar la película como un hito en la historia del celuloide. Antes no era el alarde tecnológico lo que llenaba las salas de cine, sino el reconocimiento de un buen guión, de una buena interpretación o el disfrute de un espectáculo. Avatar es una película muy bien hecha, todo un Blockbuster que ha convertido la técnica en una gran atracción, un filme que tiene en el exhibicionismo tecnológico su principal baza. Y su espectáculo es tan deslumbrante como universal la historia que cuenta. El argumento se centra en el enfrentamiento entre progreso y naturaleza.

- No debes estar aquí, vuelve. Todo es culpa tuya.

Repasando la historia, vemos que actúa como una auténtica revisión de otros tantos filmes que han tenido en este tema su principal argumento. Desde El último mohicano o Pocahontas a La princesa Mononoke, y desde Bailando con lobos a La selva esmeralda.

- Las raíces de los árboles son poco profundas, así que los bulldocers los derriban con mucha facilidad.

 Todas nos hablan de la naturaleza como un espacio en el que existía un paraíso ancestral que fue agredido por el hombre civilizado, generando el pecado original. Unos conquistadores dispuestos a todo y un pueblo nativo que luchará por su supervivencia. En el caso de Avatar nos habla de la mala conciencia blanca, respecto a la destrucción del edén. Sí, puede servir incluso como metáfora de lo que sucede en Irak y sí, el tema de la avaricia aparece de nuevo en un filme de James Cameron.

- Es por esta piedrecita por lo que estamos aquí, se vende a 20 millones, el kilo. Resulta que su poblado se sitúa encima del mayor yacimiento del planeta y tendrán que irse.

Si James Cameron pasará a la historia del cine, antes incluso que su forma brillante de rodar set-pieces de cine de acción, es la evolución que la tecnología ha ido marcando en su filmografía. Habría que reconocer que fue Steven Spielberg quien en El mundo perdido, dio un salto adelante en el proceso de integración de imágenes digitales en una trama real, pero desde Terminator II, El juicio final, Cameron alcanza cumbres nunca vistas en cada nueva película (con algunas excepciones, por supuesto, aquí no podríamos encuadrar Mentiras arriesgadas).

- Existe un pueblo indígena llamado Navi, son muy difíciles de matar.

- Quiero que conozcas a esos salvajes desde dentro, que te ganes su confianza.

Entonces llegó Titanic y la historia de amor se convirtió en todo un ejercicio digital. Cameron se ha dedicado a innovar tecnología, con un sistema de cámaras en 3D y del motion captura que crease Robert Zemeckis para su Polar Express y que perfecciono Peter Jackson para su monumental trilogía de El Señor de los Anillos y King-Kong.

Pero más allá de la tecnología, la historia de Avatar, de por sí, es bastante plana, esos malos malísimos, esos buenos con remordimientos y esa historia de amor interracial. Pero, también hay referencias de la mejor literatura de ciencia-ficción; de hecho, se puede reconocer que el cine ha alcanzado la técnica capaz de hacer realidad la imaginación más desaforada del género. Sin embargo, también se lamenta la poca profundidad con la que ha recurrido en ese despliegue de formas. James Cameron no recurre a ese legado, sino que se limita a presentarnos un recital de efectos especiales. En realidad, el espectador de esta película recordaría al protagonista de una pentalogía literaria del género, El libro del Sol Nuevo, escrita por Gene Wolfe. En un pasaje de la novela principal, el humano Severian conversa con los extraterrestres que le reproducen su entorno alienígena. Los personajes advierten el desconcierto de su interlocutor y uno de ellos apunta que cualquier entorno humano resultaría igualmente extraño a sus ojos. La principal diferencia es que Cameron no apela al entorno futuro o extraterrestre, pronto descubrimos todo un vergel, una naturaleza que se expande viva hasta el horizonte. Es una inteligente combinación del space opera, el western, el ecologismo-zen new age y la estética del videojuego.

Del mismo modo, habría que reconocer la influencia de la novela corta Call me Joe, de Paul Anderson, protagonizada por un parapléjico conectado telepáticamente a un alter ego sintético que se mueve por la superficie de Júpiter.

- La idea es controlar unos cuerpos a distancia, llamados Avatares, creados a partir de ADN humano, mezclado con ADN de los indígenas.

- Un marine en un cuerpo de Avatar, ¡qué mezcla más potente!

Gravity: Perdidos en el espacio.

Gravity: Perdidos en el espacio.

El accidente en una estación espacial lo utiliza Alfonso Cuarón para partir de una idea sencilla, para terminar ofreciéndonos una propuesta innovadora, con George Cloony y Sandra Bullock como casi el único reparto. Un espectáculo en el que vemos dos únicos personajes suspendidos en la inmensidad del espacio y la imagen, al fondo, de nuestro planeta Tierra. “Una película muy sencilla y lineal, despojada de narrativa, apostando en el viaje en primera persona, en la cual los personajes expresan sus experiencias emocionales”.

-El cable se ha roto. ¡Me he soltado, me he soltado!

-Agárrate a lo que puedas.

La película está a la altura de grandes obras maestras en el aspecto técnico, pero combina sencillez narrativa con la complejidad visual: “Estábamos en una habitación llena de ordenadores con un programa especial para el film. Un espacio en el que no estaba Sandra Bullock. Se pasaba el día en un cubo de dos metros y medio de largo, rodeada de cámaras y pantallas de LED”.

Quién espere unas aventuras espaciales al uso en Gravity, se llevará una sorpresa.

Las referencias de la película.

-Houston, ¿me reciben? soy la especialista Ryan Stone, me he soltado de la plataforma y voy a la deriva.

Son muchísimas las películas que convierten la paz ingrávida del cosmos en un espacio claustrofóbico. Pero pocas veces alcanzan lo que propone Alfonso Cuarón. Evidentemente, evoca a 2001, una odisea en el Espacio como también a otros títulos como Misión a Marte (Brian de Palma), con una secuencia sobresaliente en la que el astronauta Tim Robbins corta el cordón que le une con uno de sus compañeros.


“Estuve viendo algunas películas espaciales pero por una cuestión técnica, pero no tiene nada que ver con la historia y sus personajes”. De hecho, el argumento de Gravity podría sucederse en cualquier otro entorno, con pocos personajes y un ambiente claustrofóbico o extremo. El propio Cuarón señaló sus referencias que nada o poco tienen que ver con el espacio: “películas con un personaje en una historia muy lineal, con una resonancia casi existencial a partir de la acción”. Encontramos a El diablo sobre ruedas, de Steven Spielberg; El tren del infierno (Andrei Konchalovsky); Un condenado a muerte se escapa (Robert Bresson) y Punto límite cero (Richard C. Safarian).

-Se ha bautizado en la emisora con el nombre de Kowalski en honor del último héroe americano para quien la velocidad, significa libertad de espíritu.

La marca de la casa de Alfonso Cuarón.

Alfonso Cuarón es uno de los grandes cineastas del panorama más actual, con una filmografía interesante aunque algo irregular en donde encontramos una marca de la casa, un recurso muy frecuente en su cine: los planos-secuencias.

Su particular versión del clásico de Dickens Grandes esperanzas contó con su primer plano secuencia siguiendo el baila de Paltrow y Hawke; en Y tu mamá también, acompañamos una charla entre Diego Luna, Gael García Bernal y Maribel Verdú, en un chiringuito; aunque lo mejor lo encontramos en Hijos de los hombres.

-Es tarde, el mundo se ha ido al carajo y sabes ya era tarde antes que pasara lo de la infertilidad.

-Solo iba a contarte un chiste.

                  

                  

La polémica. ¿Una película debe ser necesariamente realista?

Gravity no ha estado ajena a la polémica. Mientras que público y crítica la destaca como una gran película, la comunidad científica ya se ha hecho eco de las numerosas incoherencias y errores que presenta el film de Alfonso Cuarón. El astrofísico Neil deGrasse Tyson, habitual en programas de televisión que abordan asuntos científicos, no ha tenido piedad con la cinta del director mexicano. Dedicó a la producción una veintena de tuits en los que dejaba al descubierto los defectos de la cinta de Cuarón. "Casi todos los satélites orbitan la Tierra de oeste a este, pero la basura espacial representada (en la película) orbitaba de este a oeste" aparece en uno de los tweets. "Cuando Clooney suelta la correa de Bullock, él se aleja volando. En gravedad cero, un solo tirón los llevaría juntos", o "¿Por qué un médico, Bullock, está reparando el telescopio espacial Hubble?".

Polémica aparte, nos quedamos con una película que es puro cine.

Prometheus: revival sobrevalorado.

Prometheus: revival sobrevalorado.

Prometheus es el regreso de Ridley Scott a su primer gran título de su filmografía, en un momento en que se espera recrear su universo de Blade Runner, su otro film de referencia de la ciencia-ficción. El hecho de regresar a una franquicia tan conocida como la de Alien, nos sirve de estímulo para conocer las similitudes con la película original, pero también recuperar las referencias de este gran clásico. 

Prometheus parte con un gran handicap, hacerse un hueco dentro de un género que fue catapultado por la película original; solamente el nombre de la nave Nostromos está en la memoria colectiva de todo cinéfilo. Pero Prometheus no es Alien a pesar de las muchisimas semejanzas, una de ellas su esquema narrativo que Ridley Scott repite en el primer episodio de esta secuela de su gran clásico de la ciencia ficción que fue Alien, el octavo pasajero

Nos encontramos con una expedición espacial, encabezada por la Dra. Shaw y manipulada por una gran corporación que oculta sus verdaderos intereses a través de un androide, David. La nave atiende a la llamada que una civilización muy avanzada de origen desconocido ha dejado en forma de pictogramas de diferentes culturas terrestres. Recurso que conecta, por tanto, con la "llamada de socorro" de Alien, el octavo pasajero. La tripulación de la Nostromos se vio obligada a alterar su ruta y marchar hacia el planeta LV-426 (o Acheron). Igualmente esta es una referencia del monolito de 2001: una odisea en el espacio  e incluso de autores como Von Daniken. El conocido ufólogo propuso en su obra: "Los mensajes de los dioses" que ciertos dibujos representados en la roca y algunos jeroglíficos aludían a "mensajes procedentes de las estrellas", dejados por visitantes a la Tierra hace millones de años. Curiosamente, sus conclusiones sirvieron para una serie documental titulada "Ancients Aliens", producida por una empresa de nombre "Prometheus".

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La empresa Weyland aparece citada en la película, a través del personaje Peter Weylend (supuesto fundador de la corporación), quien expone los objetivos de la expedición ante un auditorio, pero también la promoción de la propia película, a través de una webb que explica,  la forma que esta empresa ha hecho habitables los planetas, creando -entre otras cosas- la atmósfera, tal y como se cita en Aliens, el Regreso

-David, sírvete tú también.

-En mi caso se echaría a perder.

-Claro, es verdad, no eres un niño de verdad. 

Otra similitud con la saga es la figura del androide (David, Michael Fassbender) que tiene una capacidad de aprendizaje y alma. 

-¿A qué hemos venido? ¿Qué pasa cuando morimos? Estamos tan cerca de las grandes preguntas que la humanidad se ha planteado.

Scott y el resto de su equipo han tomado la película original como punto de partida para una serie de temas filosóficos que estaban presente en Hall 9000 de 2001 (Stanley Kubrick) e incluso en el replicante Roy (Blade Runner).

-No es nada fácil conocer a tu creador. 

-¿Y qué puedo hacer yo por ti?

 Pero si algo marca de forma definitiva a este personaje es su afinidad por la pelíucula de David Lean, Lwarence de Arabia. No por casualidad el androide se llama David.

-Es una tierra para los beduinos y los dioses, y usted no lo és. Créame, para un hombre normal, el desierto es un horno ardiente. 

- Va a ser divertido. 

Existen semejanzas con este gran clásico que profundiza en la trama de Prometheus, más allá de detalles evidentes, como  por ejemplo que ambos personajes (David y Lwarence) sean rubios o que en una escena de la película reprodujese un diálogo de Peter O´Toole. Ambas historias buscan adentrarse en culturas que le son ajenas, en la primera, entre los beduinos del desierto y en la segunda, con una civilización perdida en los confines del universo: la raza de los "space-jockeys".  

También encotramos reciclajes de ideas rechazadas en otras películas de la saga. Aparece la pirámide- templo y los jeroglíficos que nos recuerda al crossower Aliens Vs Predators (Paul W. S. Anderson) y que estuvo presente en el guión original de Alien, el octavo pasajero, aunque Scott al final lo quitase del proyecto.  Scott lo recupera en "Prometheus", aunque sigue sin comprenderse su origen. Eso sí, parece referirse a una civilización alienígenia totalmente nueva, que nada tendría que ver con la línea argumental seguida por los crossowers de Aliens

Al final, la película no aporta nada, tiene grandes incoherencias en la historia y lo único salvable del filme son ideas ya vistas en los episodios anteriores. Un carísimo espectáculo que seguramente entretenga, sobre todo la primera parte del metraje, pero que en opinión de este humilde cronista no llega a la calidad de las dos primeras entregas de la saga, la de Ridley Scott y James Cameron. Y para colmo cuenta con referencias de "Lost", la popular serie de televisión creada por J. Abrahams. De hecho, uno de los guionistas de "Perdidos" participa en este proyecto. 


The Host: Andrew Niccol y Stephanie Meyer nos traen una invasión 'Crepuscular'.

The Host: Andrew Niccol y Stephanie Meyer nos traen una invasión 'Crepuscular'.

La invasión de los extraterrestres era, junto con los viajes en el tiempo, la vida artificial, los universos paralelos o el fin apocalíptico del mundo, algunas de las temáticas de terror y ciencia-ficción televisivos desde la gran serie de Rod Sterling (Dimensión Desconocida)hasta las más actuales. El tema enunciado en primer término -desde la perspectiva de The host (Andrew Niccol)- no es nada original. Un pequeño grupo de resistentes combaten contra unos extraterrestres que pretenden invadir nuestro planeta, a través de sus almas que poseen unos cuerpos humanos. 

-Este es el principio de una historia de amor y no tiene nada especial, salvo un detalle. Estamos en el futuro y la humanidad está casi extinguida. Nos ha invadido otra especie que nos borra la mente para robarnos el cuerpo. Pero todavía quedamos algunos y plantamos cara.

La voz en off es de una de las chicas implantadas por los nuevos visitantes, cuya misión es descubrir el paradero de los resistentes. Pero, debido a esa bipolaridad, el espíritu de Melanie (que es cómo se llama la chica poseída) logra imponerse sobre el alma poseedor. Habría que dar un aviso a los navegantes, saldrán decepcionados aquellos que vayan a los cines en la búsqueda de un nuevo y brillante film de ciencia-ficción. La parte de los extraterrestre y su invasión es casi una mera excusa para contarnos una historia de amor al estilo "Crepúsculo". 

-Parece que quiere vivir, hay que acostumbrarse. Los cuerpos humanos no son como los otros que hemos habitado, sus emociones son fuertes. 

En un futuro no muy lejano hemos sido invadidos y colonizados por una banda de extraterrestres memos que dejan a la sociedad alelada y en la que se desarrollará el peor y más ñoño de los romances entre dos teens, enamorados de una misma chica, que en realidad son dos. Este sería un resumen de esta película que gustará solo a los amantes de la mencionada escritora, Stephanie Meyer, lo que convertirá en esta película en un rotundo éxito de taquilla, al ser una de las escritoras con más éxito de ventas de los últimos años. 

Esto explica que cada vez sean más las productoras que apuesten por este tipo de productos. Sólo habría que recordar todas esas adaptaciones cinematográficas de auténticas superventas literarias junto al matiz sobrenatural o fantástico, desde la época de El señor de los anillos o la saga de Harry Potter. Como también explica que sean más los directores consagrados quienes estén detrás de estas producciones. Que un director tan solvente como Andrew Niccol apueste por un texto de Stephanie Meyer (la escritora responsable de la saga Crepúsculo) demuestra -por mucho que algunos no quieran reconocerlo- la mayor calidad de las películas de consumo juvenil. Por no ir más lejos, Crepúsculo no sólo superaba la condición de éxito literario y cinematográfico, sino que se convertía en un fenómeno sociológico. La saga comenzó con una aburrida y cursi visión de la adolescencia, que gracias a la dirección de Bill Condon (director consagrado) lograba dinamismo a la franquicia. Esto mismo se repite en The host, visión "Crepuscular" de una invasión extraterrestre, cambiando aliens por vampiros pero conservando el mismo esquema que tanto éxito le ha dado a la escritora.

                                  

              

¿Y por qué Andrew Niccol?

Andrew Niccol es uno de los representantes más interesantes del género de las últimas décadas con títulos como Gattaca Simone, aunque con una travesía final en decadencia: In time y esta película que comentamos. Si en Gattaca planteaba el tema del libre albedrío en una sociedad donde el individuo está geneticamente predestinado; en Simone (o también en El show de Truman-como guionista-) reflexionaba sobre la celebridad y el poder de la televisión. En In time, la lucha de clases continúa, pero sin la presencia del dinero porque no existe, siendo sustituído por el tiempo como moneda de uso.  Como vemos, Niccol suele contar en sus películas todo tipo de distopías. 

El futuro, hoy: el cine de la ciencia-ficción.

El futuro, hoy: el cine de la ciencia-ficción.

Siempre nos hemos imaginado cómo será el futuro, la vida del mañana, inventos que han de llegar, sociedades en constante cambio y revolución, nuestros temores más primitivos; pero un día descubrimos que el futuro es ahora. Homenajeamos a unos de los grandes géneros del séptimo arte: la ciencia-ficción. 

- “Hay algo ahí afuera. Y no es humano”. 

El cine siempre se ha sentido fascinado por las criaturas extrañas, los seres extraordinarios que mutan por nuestra propia irresponsabilidad, como los que surgieron en los años cincuenta a causa del temor de la Guerra Fría y la amenaza nuclear o los monstruos japoneses “destruye-ciudades”.

                      Maria Metropolis

                 2001_odisea_espacio

Hasta que a finales de los 70, se diseñó la criatura alienígena como nunca antes habíamos podido imaginar. Una idea que ya se proyectaba en los orígenes del género: fuera de los límites de nuestro planeta, existe vida. El cine nos ha acercado a esta posibilidad desde el terror por considerar al extraterrestre como un invasor. Al principio servía como pasto de la metáfora política, en el contexto de la Guerra Fría. La obsesión anticomunista de los americanos se tradujo en Hollywood en una infinidad de títulos que anunciaban una invasión alienígena. En su afán de buscar rojos incluso debajo de la cama, se contagió en una paranoia que dio lugar al nacimiento del género. 

- “Es hora de que corra la voz. La voz de… pánico”.

Monstruos de todo pelaje, aliens, viajes por el espacio, robots y las conspiraciones forman parte de un género con algunos puntos en común (la plaga, el complot, el desdoblamiento de la personalidad) y conecta con propuestas ya vistas: la influencia de la obra de Jack Finney, La invasión de los ladrones de cuerpo

- Vamos, la historia de los ladrones de cuerpos es una historia inventada, la puedes encontrar en la sección de ciencia-ficción de la biblioteca.

- Y La Lista de Schidler, también, pero toda ficción se basa en algo real, ¿no? ¿Qué nos enseña la Srta. Burke en la clase de literatura? "Escribir de lo que sepáis". Quizás ese escritor...

- Jack Finney.

- Se encontró con alienígenas en su instituto y quiso escribir sobre una invasión. 

                     La invasión de los ladrones de cuerpos

En realidad, la ciencia-ficción no ha hecho otra cosa que tomar la temperatura del mundo. Así los creadores del género se enfrentan al desorden mundial que le rodea, con el pánico, conflictos y paranoia. Incluso hasta el punto de diseñar el día de mañana. La ciencia-ficción ha bebido de la magnífica literatura de anticipación para crear unos mundos futuros cada vez más totalitarios, conflictivos, apocalípticos. Verne, H. G. Wells, Orwell o Bradbury son algunos de los muchos escritores que han hecho que el género sea como lo que es.También la ciencia-ficción ha tratado el tema de los viajes en el tiempo. En La Jeteé, un clásico de Chris Marker, el protagonista viajaba desde el pasado con el fin de cambiar el futuro. 

-Viajará al pasado para hacer unas observaciones importantes, hará una gran contribución para salvar el planeta. 

Terry Guilliam adoptaría la misma propuesta en Doce Monos, con dos ideas fundamentales: el terrorismo y la guerra bacteriológica.

-Voy a crear un virus que acabe con toda la humanidad y con el resto de animales y los árboles. 

Como vemos, uno de los objetivos de la ciencia-ficción es repararlos, como sucedía en La naranja mecánica con el "metodo Ludovico".

-¿En qué consiste el tratamiento que voy a seguir?

-No es nada complicado.

                                   método ludovico

Pero existe otro tipo de temas como por ejemplo, la opresión ejercida por gobiernos, corporaciones o empresas. Entre los títulos clásicos encontramos el de la novela de George Orwell, 1984, adaptada al cine por Michael Radford.

-¿Cuántos dedos te estoy mostrando, Winston?

-Cuatro.

-¿Y si el partido dice que no son cuatro sino cinco?

Entonces, ¿cuántos son?

-Cinco.

Hasta que el hombre se ha preocupado por explorar la mente y sus interioridades, la cuestión del destino, etc. Influenciados por los años 60 y autores como Phillp K. Dick, exploramos la condición humana, hurgamos nuestras psiques, expandimos nuestras mentes.Y mientras nos asomamos a nuestro interior, volvemos la mirada a las otras fuerzas, a lo desconocido. Hacemos un viaje hacia el futuro. 

Bienvenidos al mañana.

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Moon y código fuente: Duncan Jones recupera la mejor ciencia-ficción.

Moon y código fuente: Duncan Jones recupera la mejor ciencia-ficción.

Hijo de David Bowie, aunque con el seudónimo de Duncan Jones, debutó con Moon, una interesante película que se inspiró en un tema de su padre, Space Oddity, en la cual el Mayor Tom termina flotando aislado entre las estrellas. Entre sus virtudes está el de crear un sólido y original proyecto, a través de una serie de referencias cinematográficas. Las que seguramente esté pensando; 2001, por ejemplo.

- El mes que viene es su cumpleaños y he pensado en comprarle una caja de juegos, para el jardín. Podemos elegirla juntos.

Para ser honestos, casi todas las películas de ciencia-ficción remiten -de una forma u otra- a 2001.

- Permítame decirle, señor Eibar, los ordenadores de la serie 9000 son los más perfectos que se construidos.

Pero en este debut se dan otras referencias del género, como Atmósfera 0, Naves misteriosas e incluso el Alien original. Se trata de una vuelta a los clásicos del género de los años 60 y 70, en lo que importaba realmente era la búsqueda del personaje como individuo.

- Sam Bell informando a la Central, todo marcha como es debido.Sam Bell es un astronauta que busca en la Luna los recursos suficientes para salvar la Tierra del problema energético.

- Loneil Industries es el proveedor único de energía limpia en todo el mundo, gracias al esfuerzo de personas como usted.

El personaje principal es el único presente en la estación lunar, con la compañía de Gerty (un ordenador), pero  cuando está a punto de regresar, tiene estrañas alucinaciones que no hacen otra cosa que esconder una terrible verdad.

-¿Por qué se me parece tanto?

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Todos estas reflexiones -que aparecen como auténticos clichés del género- son recuperadas por Duncan Jones en su segunda película Código fuente, presentándonos lo que sería un ejercicio de estilo. Uno de los puntos en común de ambas películas es la estructura narrativa en las cuales el espectador va descubriendo el dónde estamos y el porqué, al mismo tiempo que nos muestra a sus personajes principales. Pero entonces, la trama pierde fuerza y entra más en las relaciones de los protagonistas. 

 - Han bloqueado la salida, ¿quién controla las cosechadoras?

- Las cosechadoras están bien, no les pasa nada. Pero hablar con un clon me resulta un poco complicado. 

- Yo no soy un clon, tú eres el clon.

En Moon, Duncan Jones nos mostraba a un astronauta, al servicio de una empresa minera en Luna, que terminaba descubriendo que en realidad era una réplica artificial de un auténtico astronauta. En Código fuente, el protagonista es un soldado caido combate que es recuperado como parte de un experimento antiterrorista. 

- Bienvenido de nuevo, capitán.

- ¿Dónde estoy?- Está en el código fuente. 

- ¿Qué es el "código fuente"?

- Cada segundo que malgastemos, explicándole cosas, pone en peligro a más civiles. 
El piloto de helicópteros Colter Stevens (Jake Gylenhaal) se despierta viajando en un tren camino a Chicago y a los ocho minutos el transporte estalla víctima de un ataque terrorista. Es entonces, cuando vuelve a despertar, con el objetivo de volver al mismo tren y evitar la bomba.
- ¿Se hace idea de la gente que moriría si hubiera una explosión en la ciudad?

- Nos queda muy poco tiempo, los relojes sólo se mueven en ese único sentido.
Si en Moon, encontramos a lo que parecen dos clones de un mismo personaje (Sam), en Código fuente el tema es el de los viajes en el tiempo, para cocluír ambas con una reflexión ética sobre el uso de la tecnología. Dos películas que recuperan el mejor espíritu de la ciencia-ficción como también serían dignas de Dimensión desconocida (The twilitgh zone), aquella mítica serie creada por Rod Serling. 

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             Código fuente Duncan Jones

Looper: paradojas temporales para el blockbuster de la temporada.

Looper: paradojas temporales para el blockbuster de la temporada.

Los viajes en el tiempo recorrieron los argumentos de dos grandes propuestas en el pasado festival de Sitges 2012, clausurado hace apenas una semana. Una de ella es "Safety not guarented", cuyo director Colin Trevorrow comentaba el interés de los viajes temporales en su cine de género: "Los viajes a través del tiempo me obsesionan. En esta ocasión, me sirve de excusa pra hablar de los problemas que experiementan las protagonistas. Siempre he pensado en la gente que vuelve en el tiempo para resolver los errores del pasado". La película comienza con unos personajes que buscan el periódico y encuentras algo que seguramente no aparecerá en ninguna otra página de anuncios: "Busco a alguien para viajar en el tiempo conmigo. Esto no es broma. Se te pagará cuando hayamos regresado. Trae tus propias armas. La seguridad no está garantizada". 

La otra propuesta es la esperadísima Looper, protagonizada por Bruce Willis y Joseph Gordon-Levitt. Dirigida por Rian Johnson (ganador del premio al mejor director debutante en Sitges por Brick) causó un gran impacto entre críticos y espectadores. Pero si la anterior se acercaba a la ciencia-ficción con espíritu de cine indie, en esta ocasión es todo un blockbuster que ya algunos consiederan "el fenómeno Matrix del nuevo siglo" o "el Regreso al futuro de los nuevos tiempos" (Angel Sala).

-Soy uno de los muchos de los asesinos especializados, llamados loopers, eliminamos a gente del futuro.

En Looper, la película que clausuró el citado festival de Sitges, la historia nos lleva a la ciudad de Kansas, en un futuro inmediato, con unos "loopers", unos sicarios encargados de eliminar  a unos objetivos encomendados desde Shanguay. En este sentido, los viajes temporales son empleados por el crimen organizado para librarse de ese individuos molestos. John es enviado al pasado para ser eliminado,  pero consigue escapar y su propósito es acabar con el joven que unas décadas más tarde se convertirá en un peligroso jefe de  los "iluminados".  Una parte de la historia muy afín a la saga de Terminator (James Cameron), como lo indicó el propio director. "Cuando trabajas con viajes en el tiempo tienes la sensación de estar domando a un animal, pero intentas que sea sencillo, que esté al servicio de la historia y no al revvés. Por eso cuando la escribí me fijé en películas como Terminator, que utiliza el viaje en el tiempo de forma muy sencilla para determinar una situación y luego el viaje del tiempo se quita del medio y deja a los personajes que  vivan en la nueva situación".

Es también un film con una postura original en la que se concede más atención a las paradojas morales y da menos importancia a las escenas de acción (que las tiene), en donde hay guiños a la realidad más inmediata (se sublima en el argumento el cada vez mayor papel de China en el mundo, y las diferencias abismales que existen entre el campo y la ciudad), pero sobre todo es una película que nos habla de las paradojas humanas dentro de las temporales. Al fin y cabo es un impactante thriller futurista con una premisa moral en su argumento: El protagonista es una asesino a sueldo y una de sus víctimas es el mismo. Bruce Willis y Jospeh Gordon Lewitt interpretan al mismo personaje, pero con diferente edad, que se ve atrapado en una gran paradoja, tener que matar a su yo del futuro para evitar que le maten sus jefes en el presente.  

-Nada de esto me concierne.

-¡Te va a pasar!

-Te ha pasado a ti, no tiene por qué pasarme a mí.

"Para mí un villano que comete fechorías porque está loco no es muy interesante, pero uno que está arrinconado y debe tomar una elección moral porque le han arrebatado o le amenazan a lo que ama y elige una opción errónea, es lo que realmente espero encontrar. En realidad no hay malvados absolutos en Looper, hasta puedes sentir simpatía por el mítico esbirro, porque puedes entender cómo es. Para mí eso es lo más interesante cuando puedes tener una gama de grises en todos los personajes".

             Looper

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