Prometheus: revival sobrevalorado.
Prometheus es el regreso de Ridley Scott a su primer gran título de su filmografía, en un momento en que se espera recrear su universo de Blade Runner, su otro film de referencia de la ciencia-ficción. El hecho de regresar a una franquicia tan conocida como la de Alien, nos sirve de estímulo para conocer las similitudes con la película original, pero también recuperar las referencias de este gran clásico.
Prometheus parte con un gran handicap, hacerse un hueco dentro de un género que fue catapultado por la película original; solamente el nombre de la nave Nostromos está en la memoria colectiva de todo cinéfilo. Pero Prometheus no es Alien a pesar de las muchisimas semejanzas, una de ellas su esquema narrativo que Ridley Scott repite en el primer episodio de esta secuela de su gran clásico de la ciencia ficción que fue Alien, el octavo pasajero.
Nos encontramos con una expedición espacial, encabezada por la Dra. Shaw y manipulada por una gran corporación que oculta sus verdaderos intereses a través de un androide, David. La nave atiende a la llamada que una civilización muy avanzada de origen desconocido ha dejado en forma de pictogramas de diferentes culturas terrestres. Recurso que conecta, por tanto, con la "llamada de socorro" de Alien, el octavo pasajero. La tripulación de la Nostromos se vio obligada a alterar su ruta y marchar hacia el planeta LV-426 (o Acheron). Igualmente esta es una referencia del monolito de 2001: una odisea en el espacio e incluso de autores como Von Daniken. El conocido ufólogo propuso en su obra: "Los mensajes de los dioses" que ciertos dibujos representados en la roca y algunos jeroglíficos aludían a "mensajes procedentes de las estrellas", dejados por visitantes a la Tierra hace millones de años. Curiosamente, sus conclusiones sirvieron para una serie documental titulada "Ancients Aliens", producida por una empresa de nombre "Prometheus".
La empresa Weyland aparece citada en la película, a través del personaje Peter Weylend (supuesto fundador de la corporación), quien expone los objetivos de la expedición ante un auditorio, pero también la promoción de la propia película, a través de una webb que explica, la forma que esta empresa ha hecho habitables los planetas, creando -entre otras cosas- la atmósfera, tal y como se cita en Aliens, el Regreso.
-David, sírvete tú también.
-En mi caso se echaría a perder.
-Claro, es verdad, no eres un niño de verdad.
Otra similitud con la saga es la figura del androide (David, Michael Fassbender) que tiene una capacidad de aprendizaje y alma.
-¿A qué hemos venido? ¿Qué pasa cuando morimos? Estamos tan cerca de las grandes preguntas que la humanidad se ha planteado.
Scott y el resto de su equipo han tomado la película original como punto de partida para una serie de temas filosóficos que estaban presente en Hall 9000 de 2001 (Stanley Kubrick) e incluso en el replicante Roy (Blade Runner).
-No es nada fácil conocer a tu creador.
-¿Y qué puedo hacer yo por ti?
Pero si algo marca de forma definitiva a este personaje es su afinidad por la pelíucula de David Lean, Lwarence de Arabia. No por casualidad el androide se llama David.
-Es una tierra para los beduinos y los dioses, y usted no lo és. Créame, para un hombre normal, el desierto es un horno ardiente.
- Va a ser divertido.
Existen semejanzas con este gran clásico que profundiza en la trama de Prometheus, más allá de detalles evidentes, como por ejemplo que ambos personajes (David y Lwarence) sean rubios o que en una escena de la película reprodujese un diálogo de Peter O´Toole. Ambas historias buscan adentrarse en culturas que le son ajenas, en la primera, entre los beduinos del desierto y en la segunda, con una civilización perdida en los confines del universo: la raza de los "space-jockeys".
También encotramos reciclajes de ideas rechazadas en otras películas de la saga. Aparece la pirámide- templo y los jeroglíficos que nos recuerda al crossower Aliens Vs Predators (Paul W. S. Anderson) y que estuvo presente en el guión original de Alien, el octavo pasajero, aunque Scott al final lo quitase del proyecto. Scott lo recupera en "Prometheus", aunque sigue sin comprenderse su origen. Eso sí, parece referirse a una civilización alienígenia totalmente nueva, que nada tendría que ver con la línea argumental seguida por los crossowers de Aliens.
Al final, la película no aporta nada, tiene grandes incoherencias en la historia y lo único salvable del filme son ideas ya vistas en los episodios anteriores. Un carísimo espectáculo que seguramente entretenga, sobre todo la primera parte del metraje, pero que en opinión de este humilde cronista no llega a la calidad de las dos primeras entregas de la saga, la de Ridley Scott y James Cameron. Y para colmo cuenta con referencias de "Lost", la popular serie de televisión creada por J. Abrahams. De hecho, uno de los guionistas de "Perdidos" participa en este proyecto.
2 comentarios
Sam -
Sam -
Mi opinión, Ridley Scott como Sitchin en otro ámbito (el de los Annunaki) y muchos otros son propagandistas de cierto Orden de poder que quiere inculcar ciertas ideas, no hacen películas de puro entretenimiento sin más y cuentan cosas basadas en cosas muy muy antiguas, pero trasponiendo y manipulando todo, dando una versión acorde con los tiempos (alta ciencia, el espacio, naves espaciales alienígenas). Fíjense por ejemplo en la novela de "Frankestein: el moderno Prometeo", en aquella época verdad no se sabía nada del ADN, ni extraterrestres etc, pero la esencia de la novela es la misma, hay un creador, un científico con conocimientos muy avanzados y hace un hombre con retazos de otras cosas, en la novela hombres muertos, ahora se diría, ADN de varios tipos de extraterrestres, la novela también tiene su moraleja fin de los tiempos, el hombre creado es imperfectísimo, un monstruo y hay que destruirlo o en el proceso de su evolución natural llega un momento que intervienen, los dioses supremos, no los rebeldes y ponen fin a la obra, a saber. Esperemos a la segunda parte