La noche del cazador. Inocencia y codicia para un film de Charles Laughton.
En el cine se dan casos particulares de películas que fracasaron en su momento, por unos espectadores y una crítica que no supieron ver los grandes logros cinematográficos. Así sucedió con Ciudadano Kane, la vida del magnate de la prensa Randolph Hearst, representado por Charles Foster Kane, en el clásico de Orson Welles, y también con el film que recordamos, La noche del cazador (The night of the hunter).
Charles Laugtohn presentó en La noche del cazador (1955), su único trabajo como director, un inquietante thriller clásico. Un cuento gótico americano y bíblico sobre la codicia, la inocencia, la seducción y el pecado; brindándonos uno de los mejores personajes de Robert Mitchum, el aterrador asesino de ojos soñolientos y con una oscura alma de predicador, junto a Lillian Gish. La actriz que en su juventud fue la musa de David W. Griffith (Las dos tormentas, El nacimiento de una nación), jugó el papel de su antagonista, interpretando a una mujer buena que proporcionaba refugio a los niños.
Al fin queda como un auténtico cuento de horror infantil, a medio camino entre los hermanos Grimm y la literatura norteamericana de Mark Twain. Después de esta presentación, nos quedamos con el reportaje audiocomentado de la película, un caso único en la historia del cine: La noche del cazador de Charles Laugthon. (Aviso, el reportaje cuenta con spoilers).
0 comentarios