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Travelling. Blog de cine.

Con la cámara al hombro: grabando el terror.

- Es sólo una película, sólo una película.

- Piensa que sólo peden matar tan fácil en las películas.

El fotógrafo del miedo (Michael Powell)

 Llamamos horromentary al falso documental de terror, en la línea del cine exploit de los años sesenta.  P. Cavara dirigió Mondo cane, filme italiano que resultaba ser toda una recopilación de momentos a cual más macabro que dio pie a toda una franquicia. Pero si Este perro mundo fue  el origen moderno de este subgénero que hoy pega fuerte, fueron los años ochenta los que marcaron el inicio del cine de terror moderno. Por supuesto, coincidiendo con la aparición de los reproductores y las primeras cámaras de video domésticas, el séptimo arte tuvo en cuenta la fuerza perturbadora de estos nuevos formatos. Desde entonces,  las imágenes desvaídas, quemadas o subexpuestas, con el sonido distorsionado, forman parte de lasu iconografía  del cine de terror. Holocausto caníbal, de Riugero Deodato, sería uno de los grandes títulos de esta tendencia, a medio camino entre ficción y documental.

                   

  - El mecanismo de grabación esta autocontrolado, no debes preocuparte de nada hasta la posición final.

  Aquellas líneas entrelazadas formaban imágenes imperfectas que podían esconder un mundo imprevisible de cara y formas misteriosas, que jamás abandonará el género. La previsión de una sociedad que por primera vez contaba con una  herramienta precisa para llevar a cabo los impulsos de voayer. Si fue David Lynch, en Carretera perdida, quién ofreció el embrión de un tipo de cine que estuvo a punto de llegar; Videodrome, de David Cronemberg convertía la grabación analógica en la nueva fagocitación del terror. El video aparecía como un elemento perturbador, un ojo anónimo que graba todo lo que captura la cámara. Sin embargo, coincide con la aparición de dos películas rodadas con muy bajo presupuesto, The last cronical y El proyecto de la bruja de Blair. Si la primera era un malogrado falso documental muy superior a su predecesora, fue la película codirigida entre Daniel Myirck y Eduardo Sánchez la que sacó mayor rentabilidad a una leyenda urbana local, con este horromentary, que le sienta como un guante al terror y que además es baratísimo.

  Ambas simulan contener el metraje real de los últimos momentos de unos maltrechos reporteros que visitan un bosque en busca de fenómenos paranormales. En la manera tradicional de hacer películas existe un filtro, un equipo de rodaje, un director y unos actores en torno a una trama. Uno de los motivos del éxito de estos formatos alternativos es que el espectador ve la historia desde el punto de vista de sus protagonistas, de una forma más realista. Con la llegada de la cámara digital, las películas de zombies y de los psicópatas de siempre, empiezan a estar grabados por un operador con párkinson. Es habitual toparse con secuencias que parecen sacadas de un video doméstico, una cámara de seguridad,  e incluso un circuito cerrado de cámaras al estilo del Gran Hermano.

-  Por favor, no te muevas.

- Me llamo Ángela y me van a matar.

  La contribución patria es una de las más destacadas. Alejandro Amenábar reflexionaba sobre el mundo del snuff en su ópera prima, Tesis. Sin embargo, habría que esperar a [REC] (Paco Plaza y Jaume Balagueró) para sumergirnos en ejercicio de telerrealidad al más puro estilo terrífico, para sublimar el grito, el susto y el mareo a través de una cámara de televisión. ¿Alguien dijo trípode?

 - Ostias,  ¿no sabes que necesitamos grabar todo lo que está pasando?

  Sus autores le otorgaron una expresa atmósfera de terror exprimiendo la condición de residencia laberíntica, aunque lo más interesante son sus reflexiones sobre la obsesión por mirar, la obstinación de la sociedad actual por registrar cada detalle de la vida, la crítica hacia un tipo de televisión, centrado en esa cámara que todo lo ve.

           

  Otra forma original de presentar el video como objeto de terror la aportó el cine japonés, con ese título referencial que fue El círculo (Hideo Nataka).

  - Cuando puso la cinta apareció una mujer en la pantalla. Morirás en una semana, dijo. Paró la cinta y entonces sonó el teléfono: Ya lo has visto, y una semana después lo encontraron muerto.

  La fascinación por el terror japonés, los kaida eiga o películas de fantasmas, heredan el interés por encontrar imágenes malditas. El videocasete o la emisión fantasma circula como una leyenda urbana letal, metáfora de una sociedad esclavizada y víctima de la deshumanización que la tecnología genera en esta fase posmoderna de los países hiperdesarrollados.

  Así vemos cómo las nuevas tecnologías pueden ser un recurso para el susto y el suspense de gran eficacia. Son formatos que el propio espectador manipula diariamente, por lo que éste sintoniza en una fracción de segundo. Así la imagen parece más real si está convenientemente pixelada. De hecho, el cine ha dado un gran juego a cualquier medio de grabación, como por ejemplo de un teléfono móvil. Quizás, rudimentario pero muy eficaz, sirvió para que los soldados norteamericanos grabasen lo que sucedía en Irak, para luego colgarlo en Internet, escenas que han servido como base para diversas películas como Redacted de Brian de Palma. Sin embargo, fue el terror el que sacó un mayor partido por la cotidianidad de su uso. Desde Takeshi Miike en Llamada perdida a Cry Wolf, numerosas películas han visto en el teléfono otra herramienta idónea para suscitar horror.

  - Hazte una foto, con el móvil. Es como el sexo telefónico, a vosotras os gusta hacerlo. ¡Cuidado, hay alguien ahí!

 - Pero, ¿qué dices?

En la era del Youtube, se van imponiendo las imágenes amateur, tanto que algunas producciones se preocupan por expresar esta punto de vista, ciñéndose en la experiencia de sus personajes en relación con las imágenes (La Guerra de los Mundos/Steven Spielberg; Monstruoso/Matt Reeve) o en explorar imágenes que no se originen en una cámara de cineasta (Redacted/Brian de Palma). Con un sentido amateur, Actividad paranormal, es la historia de una pareja que instala en su casa una cámara doméstica para poder recoger todo tipo de fenómenos extraños.

- Creo que va a ser muy interesante grabar lo que ocurre o si no hay suerte, lo que no ocurre.

No es más que una suma de tópicos y lugares de un género que inventa una intensa e inquietante travesía por el terror doméstico y cotidiano. Una experiencia que no hace más que sacar todo voayer que llevamos dentro, sin concesiones y censuras, con una cámara al hombro y un deseo por registrarlo todo en video.

- ¡Grábalo todo, por tu puta madre!

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1 comentario

nitratoman -

Muy buena entrada !! Estaba buscando textos sobre este tema en concreto y la verdad es que me ha venido muy bien. Aquí te dejo un enlace a mi blog donde una vez también comentamos el asunto.

http://operationkinoblog.wordpress.com/2010/04/30/de-terrores-reales/

Un saludo !!