La favorita. Yorgos Lanthimos se reinventa hacia el feminismo histórico.
Poco a poco van llegando a las carteleras, las películas que estarán en la parrilla de salida de los Oscar 2019 y que vienen de llevarse alguna estatuilla en los Globos de Oro. Este es el caso de “La favorita”, otro giro en el cine de Yorgos Lathimos, dispuesto a no encasillarse nunca.
Una tragicomedia de celos e intrigas políticas en la Inglaterra del siglo XVIII. Es la época de la Reina Ana, el último miembro de la Casa de los Estuardos. Una reina enfermiza que gobierna su país desde sus reales aposentos, aconsejada por una consejera y amiga, Sara Churchill (Rachel Weitz), que pretende hacerse con las riendas del poder. En este momento, aparece una prima suya (Abigail, Emma Stone) arruinada, pero dispuesta a recuperar su posición a través de la ambición y de envenenar los oídos de cualquiera capaz de ascenderla socialmente. Pero la cosa se complica por el conflicto con Francia, en el contexto de la Guerra de Sucesión Española y en donde participa Lord Malbrought, el esposo de Sara Churchill ¿Recordáis la canción infantil “Mambrú se fue a la guerra”? Una situación internacional que amenaza con convertirse en un conflicto doméstico tanto en la Corte como en el Parlamento.
Estamos ante la película más convencional y asequible del cineasta griego (recordar, el de “Canino” o “Langosta”), con versión bastante libre de la Historia. Un giro total en el cine de Lanthimos no solo por la ambientación histórica sino porque todo su cine se había centrado en los conflictos domésticos de parejas o familias, bajo un mismo techo. También es la primera vez que no coescribe el guión junto a Efthymius Filippou, y eso se nota.
Hay cierta modernidad en la lucha de una mujer por obtener lo que se merece y lograrlo por el medio que fuese, como también en el papel de un inmejorable trío de mujeres. Al fin y al cabo, es una película muy femenina sobre el poder y los afectos en donde los hombres se sitúan a su alrededor, pero en el terreno que les permiten los personajes principales.
Recuerda a Kubrick (Barry Lyndon) por la ambientación preciosista y el movimiento de las cámaras (grandes angulares) y a “Amistades peligrosas”, por la lujuria de los personajes, pero evidentemente Lanthimos se lo lleva a su terreno. Eso sí, siendo gran fan de sus trabajos griegos –“Canino” y “Alps”-, la verdad es que salí algo decepcionado (esperaba más “pathos” de ella), aunque me ha resultado muy buena película. Olivia Colman borda su personaje en la vulnerabilidad de una monarca abatida que se deja engatusar por sus dos consejeras; una lástima. A un mes visto de los Oscars, veremos cómo Glenn Close logra por fin su merecida estatuilla con un personaje sin los matices de la Reina Ana.
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