Glass. La deconstrucción del superhéroe.
Cada vez es más difícil para los que escribimos de forma periódica encontrar una película que realmente nos sorprenda. Cada vez son más largos los avances, se destripan por el camino las tramas o se citan las referencias cinematográficas. De “Glass” conocíamos sus personajes y sus cataduras morales, así como el “universo” al que pertenece. Dentro de sus cánones particulares, Shyamalan se acercaría a los hermanos Coen, por ejemplo, en el hecho de querer rentabilizar un gran éxito. Si los hermanos cineastas de Minnesota tomaron “Fargo” como punto de referencia, en el caso del director de “El sexto sentido”, sería “El protegido”.
“Split” se presentaba como un film de suspense con truco psicológico: un asesino en serie con múltiples personalidades. Pero en el último plano, nos mostraba una cafetería en la que aparecía el personaje de David Dunn (Bruce Willis) de “El protegido”. Siguiendo este breve hilo, con “Glass” nos encontramos con una película que resulta audaz, pero que lucha por relacionar dos universos en uno. Kevin sería el rol principal (en principio, 24 personajes, aunque aquí solo vemos a 20 de ellos, en acción) y McAvoy está sobresaliente, alternando sin esfuerzo sus diferentes voces y emociones. Pero tras un inicio lleno de acción, ambos quedan confinados al asilo espeluznante y el ritmo se ralentiza. Es aquí donde comienzan a aparecer las grietas en el cristal.
Un universo propio sostenido en la lógica del cómic.
A Shyamalan le encantan los comics. Una parte de su cine involucra a personajes con habilidades especiales o que viven experiencias extraordinarias, aunque casisiempre las ha tratado desde una perspectiva cotidiana. Quizás, “After Earth” y “Airbender” sean sus dos excepciones, en este sentido. Al llegar a “Glass”, la lógica de los comics ya no es introducida por la puerta de atrás sino de manera frontal.
La acción de la película arranca 19 años después de la historia de “El Protegido” y unas semanas de concluir “Split”. De esta forma, se no presenta los tres personajes centrales: Kevin Crumb es capaz de escalar paredes y doblar acero cuando adopta la personalidad de la Bestia; David Dunn es un técnico de seguridad que lucha contra el crimen bajo el apodo de El Supervisor; y Eliah Price, es un cerebro criminal conocido como Don Cristal, por su particular enfermedad.
Son tres personajes “rotos” a su manera, buscando algún tipo de propósito a través de sus alter ego. De esta manera, David recurre a la justicia del vigilante y Eliah al asesinato en masa, mientras que Kevin planea secuestros para saciar la voracidad de la “Bestia”. Esto hace que la Dra. EllieStaple (Sarah Paulson) los tenga encarcelados en una institución mental con la idea de llegar al fondo del asunto.
Terminaré con otra obviedad que podría a escamar a algunos: A veces no se sabe diferenciar entre una obra maestra (idea demasiado manoseada) y el absoluto bodrio, pero la verdad es que entre ambos extremos hay mucho trecho que recorrer, por una gama de grises más presente de lo que nos atrevemos a reconocer. Hay géneros con mala prensa y géneros con un exceso de entusiasmo. “Glass” estaría en esa gama de grises, alejado de ambos extremos.
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