Runner, runner: ¡Hagan sus apuestas!
Ben Aflleck ha logrado meterse en el mentidero del cine gracias a la supuesta elección del actor como el futuro y nuevo Batman, decisión que está creando polémica; mientras le recodamos en algunos de sus papeles más destacados (El indomable Will Hunting) o en sus apariciones menos acertadas (Phantoms). Ahora se convierte en el villano de la función en Runner, Runner, título que evoca al mundo del juego y los casinos, como padrino de Justin Timberline.
-Así son las cosas en el juego en Costa Rica, a veces, recibes alguna paliza.
Runner, Runner (término propio del lenguaje del póquer) es una prueba más del cine sobre los falsos Sueños Americanos que crea esta sociedad obsesionada con el éxito fácil y rápido. El protagonista es Richie (Justin Timberlake) quien tras perder todo su dinero en una webb de apuestas, culpa al dueño del negocio (Ivan Block, Ben Affleck) por lo que viajará a Costa Rica para conocerlo. El situarlo en Costa Rica no es casual, al presentarnos una casa de apuestas online para escapar al control de la legislación norteamericana, alejándose de los ambientes tradicionales de Las Vegas (Casino, Martin Scorsese) para luego terminar contando la misma historia: los lodos del poder y el lujo, con un pececillo en un mar de tiburones (o de cocodrilos, según se mire).
-Me estafaron en su web y pude destapar el pastel, pero no lo hice.
En vez de querer demandarlo por lo que parecía todo una estafa, que en su pérdida de sus ahorros, había algo más que puro azar; se deja engatusar por el sueño del dinero fácil, seducido por un paraíso con prostitutas de lujo, dinero a porrillo y una corrupción que alcanza a todos.
-Acudiste a mí, este es un pequeño premio por tu esfuerzo. ¿Querrías probar suerte en un negocio de verdad? ¿Con tu primer millón en los primeros dieciocho meses? Me gustaría ver cómo los gastas. ¿Qué me dices?
-Tú qué crees.
Dirige la película Brad Furman, repitiendo argumento que en su trabajo anterior, El inocente: en una sociedad malsana los corruptos campan a sus anchas. En la primera, Mathew McConaughey interpreta a un abogado metido en un feo asunto que termina traicionando a su propio cliente, mientras que en Runner Runner se hace una crítica a la ambición empresarial a través de este Mefistófeles llamado Ivan Block: “Debajo de esta atracción del dinero fácil encontramos algo fraudulento y perverso”. Completan el reparto Gemma Artenton, como Rebbeca (la socia de Block), David Costabile (Lincoln, Steven Spielberg) y Anthony Mackie (visto en otra crítica al Sueño Americano, Dolor y dinero).
-Me enviaste a la boca del lobo.
-Así es el trabajo, si quieres algo seguro trabaja en Correos, pero si quieres tener tu propia isla debes saber recibir una paliza. Sales, vuelves al trabajo, recibes la paliza y cuando vuelvas me dices: ¿quieres que lo vuelva a hacer?
La relación maestro-alumno, que aparece de fondo, empieza a complicarse cuando Richie se vea involucrado en todo tipo de negocios turbios.
-Tu padre debía 185.000 dólares, pero esto es lo que he hecho: he comprado su deuda. Ahora me lo debe a mí, sólo el único que puede hacerle daño.
El personaje de Justin Timberlake se verá en un callejón sin salida, entre los chantajes del personaje de Affleck y las presiones del FBI que lo están investigando.
-¿Por qué está el FBI?
-Pregúntate si estamos haciendo algo ilegal.
-¿Lo hacemos?
La película, producida entre otros por Leonardo DiCaprio, está escrita por dos guionistas que hace poco lo hemos visto a cargo de un proyecto muy interesante, Un hombre solitario, como directores. Una película, con más pretensiones artísticas que presupuesto que nos hace sospechar que la pareja no llega a dominar del todo el mundo de los casinos y del juego. Vale, algunos dirán que ellos fueron los responsables del –libreto de Ocean´s Thirteen-. Lo que digo, que no saben de casinos.
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Roger -