Caballo de batalla: Spielberg regresa a la guerra.
-¿Qué es eso?
-Es un caballo que han encontrado vagando por tierra de nadie.
-¿Qué clase de caballo?
-Diría que es capaz de hacer milagros.
Caballo de batalla se aleja de la categoría de obra maestra, que ha acompañado otras de sus grandes películas, porque se trata de un melodrama adulcorado, incluso más de lo que nos tiene acostumbrado este Midas del séptimo arte, aunque con la magestuosidad de la puesta de escena gracias al trabajo de algunos de sus colaboradores habituales.
Parte de la novela escrita por el británico Michael Morpurgo, una obra adaptada con éxito en los escenarios de Londres y New York, con un montaje con sofisticadas marionetas, que atrajeron la atención del propio Spielberg. En una historia en la que el protagonista es el caballo, todos los demás personajes giran en torno a él, desde que asistimos a su nacimiento hasta el final, que no desvelaremos. Y durante toda la película se ve obligado a enfrentarse a todo tipo de penalidades, la principal de ellas, la Primera Guerra Mundial. En este sentido, sirve de testimonio para el papel que los equinos jugaron en un conflicto, que supuso la pérdida de varios millones de ejemplares en el campo de batalla. En el filme encontramos algunas de las claves que han acompañado al director en su carrera. La primera de ellas, la guerra.
-Inglaterra está en guerra. ¡Estamos en guerra!
Es la primera vez que se centra en la Primera Guerra Mundial, pero ya había se había adentrado en otros conflictos del siglo XX e incluso una supuesta invasión extraterrestre en La guerra de los mundos. Esta especial sensibilidad por la guerra, sobre todo contándolo desde el lado humano, le hizo conseguir dos Oscars como mejor director, primero con La lista de Shidler y luego con Salvar al soldado Ryan, ambas con un tono drámatico y violento.
-Salvar al soldado Ryan fue lo único en limpio que se pudo sacar de este maldito lugar.
Eso sí, habría que señalar que Caballo de batalla no es una película bélica, no muestra la manera de combatir del conflicto y ni siquiera importa en el bando en que estuviera ese animal. En el filme, la guerra es sólo el escenario, porque lo importante de la historia es la relación entre el animal y su cuidador, un adolescente.
-Sólo me obedece a mí. No será bueno para la guerra porque se asusta con los ruídos.
-¿Me puedes alquilar al caballo? ¿Para qué sea mi caballo personal? Te prometo de hombre a hombre, que cuidaré de él con tanto cariño como tú. Lo respetaré y lo cuidaré como tú, y si puedo te lo devolveré sano y salvo.
-Pues si el caballo va a la guerra, yo me presento voluntario.
Caballo de batalla es una película clásica de Spielberg, pensada para tener un visionado familiar y con ideas muy repetidas en sus películas: El valor. Quizás, por el afán de aventuras, por creerse un poco Peter Pan, tampoco suele faltar en sus películas un sentido aventurero del heroísmo, desde Indiana Jones hasta Elliot, el amigo de ET, con Peter Pan e incluso el propio Shidler, sus personajes tienen bastante de héroe.
-¿Te imaginas pasar por una guerra y pensar que no puedes detenerte? Debes seguir para adelante, por qué si no, no volverás a casa. Y yo pregunto, ¿hay algo más valiente que eso?
Eso sí, la gran baza de la película es el enorme trabajo técnico, a la altura de un filme de Spielberg o de una gran superproducción. Se consigue un perfecto estilo visual, gracias al director de fotografía, habitual del cineasta, el polaco, quien dota a cada momento de la vida del caballo del matiz de color pertinente para que el espectador perciba las emociones de las quen se quiere impregnar la película. A esto ayuda, y de qué manera, la nota musical de John Williams, inseparable de Spielberg, desde sus historias de Indiana Jones. En su factura, Caballo de batalla pretende equipararse a las grandes épicas del cine, a Ford, Kurosawa o David Lean, pero con un resultado demasiado empalagoso.
-Caballeros, es un honor cabalgar con ustedes, hagan que el kaiser lamente el día en que osó enfrentarse a nosotros. ¡Sean valientes, por Dios y por el Rey!
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