El asesino profesional, un actioner en el cine.
- ¿Le interesa ganar unos veinte mil marcos por matar a un hombre o a dos?
- No sé dónde le han dicho que yo soy un pistolero, debe confundirse con otra persona.
El amigo americano. Win Wenders.
Existe una serie de personajes que han sabido aprovechar una habilidad especial para una profesión muy cinematográfica: matar. El asesino, a sueldo o movido por motivos profesionales o por intereses personales, ha curtido la carrera de muchos cineastas y de algunos actores que lo han aprovechado para redondear los registros de sus personajes. Así lo debió entender, por ejemplo, Tom Hanks quien se enfundaba el desconocido rol de asesino en Camino a la Perdición.
De hecho, el cine ha sentido un gran interés por reflejarlos desde todos los puntos de vista posibles. El asesino interpretado por Tom Cruise en Collateral (Michael Mann), enfrentado a un taxista, que hará lo imposible por acabar con sus planes criminales.
- ¿Eres socio de Amnistía Internacional? ¿de Salvar a las Ballenas? ¿de Greenpeace?
- No.
- Me cargo a un tio gordo y te cabreas.
Otros con referencias pop y citas bíblicas, como el personaje de Samuel L. Jackson en Pulp Fiction (Quentin Tarantino).
- ¡Y tú sabrás que mi nombre es Javeh cuando caiga mi venganza sobre ti!
O tiernos, como Leon, el profesional (Luc Besson), que como "canguro superduro" busca proteger a una menor, que a su vez deja las barbies por las armas: Mathilde, la Lolita liquidadora Natalie Portman.
- ¿A qué te dedicas exactamente?
- Soy limpiador.
- ¿Quieres decir, asesino a sueldo?
- Sí.
- Guay.
En algunas ocasiones, el personaje del liquidador, del asesino profesional se inspira en personajes reales. Esto sucede con el ejemplo del sicario conocido con el apodo de Carlos, El Chacal, quien tuvo una multitud de representaciones en el cine, como la versión mainstream protagonizada por Bruce Willis.
-Puedo darte las matrículas de los seis coches aparcados fuera, puedo decirte que la camarera es zurda y que el hombre del rincón pesa 98 kilos y sabe defenderse. Sé que el mejor sitio para buscar un arma es la cabina del camión gris, de allí; y que a esta altitud puedo hacer un spring de 800 m. sin que después me tiemblen las piernas. ¿Cómo puedo saber eso y no quién soy?
Hay asesinos con problemas de memoria: El mito de Bourne. Y encuentros tan estimulantes como el enfrentamiento de dos aseninos, cuanto más interesantes al comprobar que entre ellos existe una relación de amor-odio al ser marido y mujer, como Mr. y Ms. Smith.
-Cariño, creo que disparas tan mal como cocinas, y me estoy quedando corto.
Pero Angelina Jolie no está sola en el cine, le acompañan una multitud de mujeres liquidadoras, todo un subgénero, con la destacada "La novia", una pletórica Uma Thurman en Kill Bill o la Mallory de Indomable (Steven Sorderberg). Hay otros con licencia para matar con placa de policía. Marion "Cobra" Cobretti, no se quitaba ni las gafas de sol ni el palillo de los labios, mientras liquidaba el solito a una secta de satánicos. En la película Cobra, el brazo fuerte de la ley (Georges P. Cosmatos) Stallone no dejaba vivo ni al apuntador.
-¿El crimen es una plaga? Yo soy la solución.
Sin embargo, nuestro policía liquidador de todo buen cinéfilo es Harry Callahan. El sabía cómo alegrar el día, protegiendo las calles de San Francisco, con su Magmum 44 al ristre.
-Sé lo que estás pensando, si disparé las seis balas o solo cinco. La verdad es que con todo este ajetreo, incluso yo he perdido la cuenta. Pero siendo este un Magnum 44, la mejor arma del mundo, capaz de volarte los sesos de un tiro, ¿no deberías pensar que eres afortunado?
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