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Moscow zero: Cero patatero.

Moscow zero: Cero patatero.

Una rareza del celuloide, titulada Moscow Zero, que partía de una idea interesante pero que quedó totalmente desbancada por el camino. Lo dirije Luna, el alias con el que se conoce a la cineasta española María Lidón, autora de ese romántico y sensible título Yo, puta.  Filme que nos sirve para recordar a uno de los más controvertidos personajes del séptimo arte, tan insólito como polémico de los que pululan a sus anchas por el celuloide, el polifacético actor, director, motorista, músico, modelo y fotógrafo, si nos referimos a su currículo, o narcisista, ególatra y homófobo, entre otras perlas, si lo hacemos a su personalidad, el norteamericano Vincent Gallo.

- Nuestras leyendas cuentan que estos subterráneos son la antesala del Infierno. Es la verdad, porque eso tiene poco de mito.

 Asegura la publicidad de Moscow Zero que las puertas del Infierno han sido abiertas y después de ver la película no nos queda duda alguna al respecto, porque su directora María Lidón, Luna, debía estar en cuarto menguante cuando concibió semejante engendro. Con vocación de película de terror, pretende narrar la investigación de un antropólogo en el laberíntico subsuelo de la capital rusa. Pero la verdad, es que como película no serviría ni como reportaje de un programa de Cuarto milenio. 

 A los pocos minutos, la mínima historia se desperdiga a los cuatro vientos y la atención del espectador se pierde; se pierde como el personaje al que intentan encontrar. La acción está divida en dos historias, la de Owen  (Vincent Gallo) y sus compañeros, y la de Spassky, a quien buscan los primeros. Entre tanto, se suma algunas escenas de "niña misteriosa corriendo". Así, los túneles subterráneos se convierten en un laberinto para el espectador, que no sabe ni el quién, ni el dónde, ni el porqué la niña sale siempre corriendo o si van a llegar a alguna parte. Un caos que sólo produce, en el mejor de los casos, carcajadas por lo rídiculo de lo que se está viendo.

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La película demuestra una torpeza e ingenuidad narrativa, junto a la carencia de elementos cinematográficos destacados, tanto visuales como interpretativos, así como un pésimo montaje. Sorprende la participación de un veteranísimo director de fotografía como Ricardo Aronovich, quién trabajase con Alain Resnai o Costa-Gavras (Missing), demostrando que en este oficio también existen las facturas que pagar. Lo mejor es su duración, unos escasos 90 minutos, pero la buena noticia es que Luna se ha limitado a estar detrás de la cámara, ahorrándonos con ello la vergüenza ajena y el sonrojo generalizado que provocaba su participación, como actriz, en Stranded (Naufragos) la película que más se ha acercado a la genial 2001 (Kubrick) por una producción española, a pesar de ser un completo fracaso.

- El río es la frontera que hay entre su mundo y el nuestro. Es lo único que puede controlar a los demonios.

- Y a los vampiros y a los hombres lobos, cielo.
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Qué Moscow Zero tenga entre su reparto a actores como Vincent Gallo no debería sorprender por los antecedentes que conocemos, junto a la directora que se conoce como Luna (participando en la citada Stranded) y porque vendería a su madre, si fuera legal, si le permitiese acrecentar su ego; pero que intervengan otros, como Vall Kilmer o Joaquim de Almeida demuestra varias cosas, primero que el Planeta Hollywood está lleno de mercenarios; segundo, que las arcas autonómicas subvencionan con muy poco criterio; y tercero, que María Lidón está capacitada para la producción pero no para la dirección. 

 La participación de Vincent Gallo tiene una explicación muy obvia, no hay que ser un superdotado para darse cuenta de que Gallo es capaz de interpretar lo que sea, mientras le paguen. En esta película, su personaje tiene un cierto peso teniendo en cuenta que es uno de los protagonistas, pero llama la atención  ver a Val Kilmer en el cartel de la película, con un par de apariciones y unas breves líneas de guión, leídas con la misma emoción con la que se pide churros con chocolate. Desde aquí, tan sólo se recomendaría revisar, al menos en parte, la carrera de este actor, así como conocer la webb de Vincent Gallo. Quizás con el merchandaising conseguimos financiarle una nueva película.

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The official website for Vincent Gallo by Vincent Gallo.

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