Blogia
Travelling. Blog de cine.

Midsommar. El día sin fin en un solsticio sangriento.

Resultado de imagen de midsommar pelicula

Si este verano tenéis pensado viajar a Suecia, podéis situar en vuestro itinerario Harga, el escenario de la última pesadilla de Ari Aster;  una, con muchos puntos en común con su ópera prima, “Heredity”. “Midsommar” nos muestra otra mitología demoníaca, a través de una historia de terror donde el miedo se nos muestra con un sentido muy profundo, junto a una vulnerabilidad ancestral empapada en el dolor. No estamos ante una cavernosa casa de los horrores, pero si nos sentiremos asfixiados por otro entorno claustrofóbico, junto a otra familia voraz (con un tipo de culto y un “elegido”).De nuevo, el directo establece los riesgos, como también la necesidad, de pertenecer a una sociedad determinada.

Dani (Florence Pugh) es una joven estudiante, marcada por unas cicatrices familiares (las secuelas de una hermana bipolar), que terminará viajando junto a su novio (Christian, Jack Reynor), a Suecia, cuando un amigo (Pelle) les termina convenciendo para que conozcan las fiestas del solsticio que dan título a la película. El personaje de Pelle, procedente de aquella comunidad, resultará dulce y amable, en contraste con Christian y sus amigos, que parecen dispuestos a viajar a Suecia con tal de investigar aquel folclore con un sentido académico.

Ari Aster define uno de los prólogos más aterradores de los últimos años, con una meritoria  economía narrativa, incluida una imagen completamente premonitoria que decora el apartamento de la protagonista: Una pintura del ilustrador John Bauer, sobre una niña –con una corona- que acaricia la inmensa cabeza de un oso pardo.

                                                   Imagen relacionada

De hecho, gestiona muy bien el contraste entre la lúgubre nieve invernal de las primeras escenas con el soleado verano sueco, con algunas secuencias bastante logradas como aquella en la que Dani se encierra en el baño para descubrir, a continuación, que no estás donde creías que estaba. De este modo, el cineasta inicia la película. Un paisaje nevado da una belleza glacial a las primeras imágenes, bucólicas, de cuento de hadas, acompañadas del arpa de una fabulosa música, interrumpida brutalmente por un sonido muy reconocible: una llamada de teléfono, que nos traslada a la realidad.

Un solsticio nórdico.

Cuando los protagonistas lleguen a Suecia, y se unan a otros personajes, Ari sustituye la economía narrativa por una atmósfera malsana, un siniestro Euro-bacanal, claramente inspirado en el clásico de 1973 “The wicker man”. En aquella ocasión, el sargento Howie (representando el lado civilizado y cristiano) se enfrentaba al horror folclórico y pagano de la isla de Summerisle (un lugar desconectado del mundo). Lo mismo va a suceder a este grupo de antropólogos norteamericanos, que van a representar lo civilizado y, por qué no, la estupidez, frente a este versión contemporánea del “Hombre de mimbre”.

Nos situaremos, entonces, en el pueblo perdido de Harga, en el condado de Halshingland, en donde la tranquila gente practica unos rituales relacionados con el citado solsticio. Asistimos a sexo ritual y coros de jóvenes que parecen salidos de un anuncio de Coca-Cola, al mismo tiempo que este pintoresco folclore empieza a resultar cada vez más inquietante.  De hecho, el culto definido en la película está inspirado en un conjunto de tradiciones, algunas de cuales, se han dado un sentido siniestro.Una de las secuencias más brutales de la película -aquella en la que los ancianos de Harga se precipitan a la muerte- recuerda a un legendario ritual, la Ättestuppa. Según ésta, los miembros de mayor edad de aquella sociedad se suicidaban, entregándose a Odín. En “Midsommar”, los habitantes de Harga matan a los ancianos de 72 años y transfieren sus nombres a los miembros más jóvenes de la comunidad.

Resultado de imagen de midsommar pelicula

0 comentarios