Manchester frente al mar. Naufragios personales.
Poco a poco van estrenándose los títulos que irán ocupando los lugares centrales en la parrilla de los Oscar. Este es el caso de “Manchester frente al mar”, la tercera película de Keneth Lonergan, un director que se prodiga poco, espaciando sus trabajos a lo largo de dieciséis años. Lo cierto es que ya prometía cuando se estrenó en el festival de Sundance y de hecho es una de las grandes apuestas del año.
El film supone otro regreso a la gran pantalla, el de un inmenso Casey Affleck, mucho mejor actor que su hermano Ben, con una interpretación que le está valiendo aplausos y premios, como el del Festival de Gijón. En el seno de una familia obrera americana, Lee Chalder (Casey Affleck), se convertirá en el tutor de su sobrino, tras la muerte prematura de su hermano mayor, obligándole a lidiar con su esposa separada Randi (Michelle Williams), una vez que se marcha de la ciudad en la que vive –Boston- a la que nació -la Manchester del título es la de Massachusetts, no confundir con la británica-, la cual abandonó años atrás, con el fin de alejarse de unos conflictos soterrados.
-Yo tenía entendido que pasabas temporadas aquí.
A su personaje le suceden grandes tragedias en la vida, que no vamos a desvelar porque se irán descubriendo, poco a poco en la película, y cuando se ve ante el reto de hacerse cargo de su sobrino adolescente, ser verá desbordado por las circunstancias, pero también verá la ocasión de sanarse de las heridas que lleva dentro. De nuevo, nos encontramos ante un tema muy cinematográfico y americano como es el de la redención, a través de ese pasado que regresa, dejando una alargada influencia en el presente de los personajes. Hablamos de los traumas, los conflictos internos y personales con aquellos que tuvieron mucho que ver en nuestras vidas, años atrás. Tema que, por cierto, ya estaba presente en el anterior trabajo del director, “Margaret”.
El director.
El norteamericano Keneth Lonergan, -criado en el Bronx-, compagina el teatro, como dramaturgo y director teatral, con el cine, como guionista y realizador. Debutó en la dirección con “Puedes contar conmigo”, película protagonizada por Mark Ruffalo y Laura Linney, que valió al director un Premio en el Festival de Sundance y una nominación a los Oscar, como guionista, mientras que su segundo film fue “Margaret”. A pesar de fue rodada en 2005, tuvo que retrasar su estreno seis años, a causa de su complejo proceso de montaje y a unos conflictos legales.
El reparto.
Del reparto, destacamos dos nombres propios, a parte –por supuesto- del joven actor Lukas Hedges, que interpreta a Patrick, el sobrino adolescente.
Casey Affleck.
Hemos necesitado de casi quince años para reconocer que el hermano menor de los Affleck es muchísimo mejor intérprete que Ben, -mucho más famoso y mejor director que actor-. Su debut en el cine se hizo en los 80, con pequeños papeles en películas como Todo por un sueño o El indomable Will Hunting. “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”, “Adiós, pequeña, adiós” o “Interestellar” son algunos de los títulos en donde le hemos visto.
Michelle Williams.
Ya parece lejísimo la conocida serie de los 80 “Dawson crece”, por la que la actriz sería un ídolo adolescente. En el cine, la verdad es que ha tenido una trayectoria algo más discreta a pesar de sus anteriores nominaciones al Oscar. Ha protagonizado filmes como “Blue Valentine” (Dereck Cianfrance), “Vías cruzadas” (Tom McCarthy) o “Brockeback mountain”, en la que interpretaba a la esposa de Heath Ledger, un personaje que le valió su primera nominación.
-¿Podemos comer algún día?
-¿Juntos? ¿Tú y yo?
La película podría guardar una cierta similitud con mi vida personal y algunos aspectos que había esbozado en un guión cinematográfico. La complejidad de unas relaciones familiares, desde que se produce el duelo, junto al reconocimiento de que será difícil aceptar el giro que ha tomado la vida. El dolor enquistado e incurable que procede su unos hechos traumáticos y que dota al film de una profundidad a través de una estructura en flashbacks. De esta forma, el director logra un calado emocional a partir de la intimidad de los personajes, descongestionando el drama con momentos de humor.
Un drama, puro y duro, con un sabor indie, que muestra el gran talento de su director, pero también unas impresionantes interpretaciones, que seguramente se salde con la primera estatuilla para Casey Affleck. Eso sí, es una película larga y que podrían considerar lenta, muy lenta, sobre todo aquellos que vayan al cine pensando únicamente en entretenerse con un cine palomitero. Sin embargo, es una película tan auténtica que habrá a quienes se les pase la historia volando, un título obligado para todo cinéfilo.
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