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El Hombre sin edad: Coppola lleva al cine una obra de Mircea Eliade.

El Hombre sin edad: Coppola lleva al cine una obra de Mircea Eliade.

-El 8 de enero cumplo 70 años. Mi país natal, Rumanía, ha hecho un pacto con el Diablo, Adolf Hitler y pronto puede estar bajo asedio.

Podría resultar una simple anécdota o un ejemplo de cómo funciona este oficio en nuestro país, pero resulta llamativo que un cineasta como Francis Ford Coppola -todo una referencia en el séptimo arte- estrenase en España, directamente en el formato del DVD, sin pasar antes por las salas de cine. Este es el caso de El hombre sin edad (Youth without Youth).

-Pienso que no eres mía, que no estás conmigo, que eres de otra época. Y bien. Que al contrario de lo que pienses, sí me interesas, que no está bien encerrarte en tu mundo ajeno, en el que no puedo entrar.

Protagonizada por un actor todoterreno como Tim Roth, está arropado por un reparto de gran renombre con Matt Damon o Bruno Gantz y Alexandra Maria Lara, actores que coincidieron en la película El hundimiento, con el rol de Hitler y su secretaria, respectivamente. El hombre sin edad es una atípica propuesta, adaptación de una novela de Mircea Eliade; conocido filósofo, ensayista e historiador de las religiones, autor de ciertos relatos, como el que se adapta en esta película con puntos en común con la filmografía del cineasta. Una novela que fue publicada en España con el título de Tiempo de un centenario (Alianza Editorial, colección El Libro de Bolsillo / Literatura contemporánea), que recomiendo conocer y así descubrir a su prestigioso autor.

                                                      

Eliade es uno de los historiadores de la religión más reconocidos del siglo XX, con una obra maestra "El mito del eterno-retorno" y otros mil títulos más, que incluye una bibliografía -La nuit bengalí- adaptada al cine por el francés Nicholas Klotz y protagonizada por Hugh Grant-.

-La fórmula del doble es correcta y útil, pero no tengas prisa en contársela al profesor.

En la película de Coppola aparerecen muchos temas del gran Mircea Eliade como son la teoría del doble, el origen del lenguaje, la pasión espiritual o el mito del eterno-retorno. Por eso, tendría que hacer un aviso a navegantes, el film de Coppola cuenta con una transcendencia filosófica y casi fantástica en su historia.

-A veces admito que no pueda acabar la obra de mi vida.

El profesor Dominic Matei (Tim Roth), trata de escribir una obra a la que ha dedicado toda su vida, pero frustrado por la imposibilidad de acabarla, viaja a Bucarest para suicidarse. Allí le sucederá algo extraordinario que le cambiará la vida. A partir de entonces, recorremos con él importantes episodios históricos, desde el nazismo a la guerra fría, presentado como un personaje peculiar, un estudioso obsesionadado por conocerlo todo, especialmente interesando por el origen del lenguaje. Un personaje que sufrió el impacto de un rayo, que lo destroza y lo regenera.

-Es la aterradora e intrigante verdad de que soy un mutante, como un personaje de ciencia-ficción, soy un extraño Superman del futuro. Tengo acceso al conocimiento inalcanzable por la humanidad.

El hombre sin edad puede recordar a aquella película de El increíble caso de Benjamin Button, rodado más tarde que el de Coppola pero estrenado mucho antes. El paso del tiempo y las dificultades por controlar lo efímero, ha sido una temática recurrente en la filmografía de este cineasta, formado a las órdenes de Roger Corman.

- He cruzado océanos de tiempo para encontrarte.

Desde Drácula, en su versión del relato de Bram Stoker, hasta Peggy Sue se casó -que trata sobre un viaje en el tiempo- a El padrino -saga de una familia mafiosa a lo largo de medio siglo- el tiempo y la percepción que tienen de él sus personajes, es una de las referencias temáticas del director. Hay una mirada al pasado con nostalgia. Podemos recordar la gran parte de El padrino II, protagonizada por Robert de Niro, como parte de la juventud del gran mariscal de los Corleone o el amor trágico del personaje de Dracula que pretende recuperar siglos después con Mina. Por eso, el juego entre la juventud y la pérdida de esta juventud -presente en El hombre sin edad- es recurrente en Coppola, con un importante interés por volver a las ilusiones juveniles (Rebeldes). E igualmte aparecen otros temas muy Coppolas: el amor imposible o trágico (Drácula, El padrino), la guerra (Apocalipsys Now, Jardines de piedra o el propio El padrino -la guerra entre familias mafiosas-) el mundo del espionaje (La conversación) y la figura de un personaje central que representa una época histórica (Cotton Club; Tucker, un hombre y su sueño; El padrino).

¿Por qué, entonces, esta película ha contado con el rechazo de la distribución en el cine y una peor crítica que otros de sus trabajos? Podríamos sospechar que se han mostrado reticentes por su profunda carga "intelectual" que imprimen sus imágenes y sobre todo por tratarse de una obra de un ensayista de referencia. Pero también habría que tener en cuenta que El hombre sin edad es una película de producción modesta -e incluso ridícula, en relación con los stándares de Hollywood (cinco millones de presupuesto frente al veinticinco de otras anteriores)-, entendiendo que es un director con algunos grandes encargos con personalidad (El padrino I, Drácula; Tucker, un hombre y su tiempo).

                    

                             


6 comentarios

Dídac valldosera Pedrol -

A mi me ha parecido bien la corrección del articulo, ya que si no podria estar leiendo erratas y las posteriores críticas de aqui el amigo tan delicado y comprensivo señor Ben Wade que al parecer no le ha parecido bien ni el articulo ni la correccion ni las sinceras disculpas del autor, no puedo, sin mas, que agradecerle su falta de respeto y educacion que tanto me ha enriquecido como persona. De veras le digo que sin mas me pegare un tiro en la sien por no ser tan perfecto como usted. A parte de todo esto gracias por la correccion, con eso deveria valerle.
Gracias tambien al autor por aclararme algunos puntos del film que no entendia. En cambio las críticas del señor Wade solo me han dejado claro su absoluta sovervia.

Gonzalo Gala -

Hola,

Quisiera agradecerte el visitar el blog, lamento que haya dado esa impresión. Por favor acepta mis disculpas sinceras, sigue visitandolo y comentandolo como quieras, y corrigiéndolo. A partir de ahora no voy a modificar nada de los artículo, lo prometo. De nuevo, pido humildemente mis disculpas y espero mejorar en el futuro, tanto a nivel "académico" y como persona. Gracias de todo corazón.

Ben Wade -

Amigo Rubén, no lo entiendes porque el autor del artículo lo corrigió a raíz de mi comentario, haciendo parecer así mi primer mensaje totalmente fuera de lugar y carente de sentido: en el original venía a decir algo así como que Lucas y Spielberg también fueron formados en la factoría Corman, cuando en ningún momento las trayectorias profesionales de ambos directores se han cruzado con las del mítico productor.

Lo más apropiado, en mi opinión, hubiera sido dejarlo como estaba o incluso reconocer el error dentro del propio artículo: así no sólo oculta sus propios fallos, si no que además deja en mal lugar al lector que le intenta ayudar.

De esta manera, no puedo si no manifestar lo lamentable de la actitud del autor de este blog, sinceramente.

Rubén -

A mi me ha parecido un gran artículo y la verdad yo tengo entendido que Coppola fue asistente de Corman, todo lo demás de Lucas y Spielberg no lo entiendo. Me he perdido.

Gonzalo Gala -

Te agradezco las observaciones, me suelo tomar bastante bien las críticas constructivas. Así que eres bienvenido para comentar lo que quieras.

Ben Wade -

Precisamente George Lucas y Steven Spielberg debieron ser de los pocos cineastas de su generación que no se "formaron con Corman", como taaan equivocadamente escribes: podrías haber puesto perfectamente como ejemplo a Joe Dante, John Sayles, Ron Howard, Jonathan Demme, James Cameron, Martin Scorsese o Peter Bogdanovich, pero no, has citado justamente a George Lucas (cuya ópera prima, THX 1138, fue producida por Coppola) y Spielberg, cuyo primer largo (El diablo sobre ruedas) fue una TV-movie producida por la Universal.

Por supuesto, y en ninguno de los dos casos, Roger Corman tuvo absolutamente nada que ver con la producción de estos films así que, sinceramente, no sé a qué diablos obedece (ignorancia aparte) esa relación tan absurda que haces en el artículo (¿¡!?)