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Alien 2: El regreso. ¡Esto es la guerra!

Alien 2: El regreso. ¡Esto es la guerra!

El canadiense sólo había dirigido una secuela de Pirañas, una flojísima película de terror, en un momento en el cual no todos los éxitos de taquilla demandaban una continuación. Sin embargo, su primer Terminator le daría sobrada solvencia como director. Eso sí, esta segunda parte de la famosa saga de Alien no puede hablarse de una secuela o una continuación, sino una película con identidad propia, sobre todo gracias al colosal trabajo de James Cameron.

 Cameron vs Scott.

 Encontramos ideas que relacionan esta película con la de Ridley Scott, como con la propia cinematografía de James Cameron. En esta segunda entrega, seguía manteniendo su protagonismo las sombras y el humo, e incluso muchos encuadres ya habían aparecido en el film original. James Horner compuso la banda sonora, sustituyendo a Jerry Goldsmith, aunque parte de la partitura original suena en el film. Aparecen fotografías del equipo de la Nostromos en la sala de interrogatorios en donde se investigaba el caso de Ripley, y el grupo de marines se despierta del mismo modo que lo hacía la primera tripulación. También el nombre de la nave deriva de un texto de Joseph Conrad, pues Sulaco era el nombre de la ciudad del relato Nostromos.

Sin embargo, las dos principales diferencias son el carácter feminista-maternal de la película y la estructura narrativa.

Sigurney Weaver vuelve a colocarse en el centro de la historia. Vemos a una Ripley que se engrandece con el peligro, incluso superando a los hombres que la rodean, como vemos en otros personajes femeninos de James Cameron como la Sara O´Connor de las dos primeras películas de Terminator o el papel de Rose en Titanic. Este feminismo, que aparece representado en el personaje principal, lo vemos en diferentes momentos de la película: en sus discursos materno-filial; la secuencia que se eliminó en la que se explicaba que su hija habia fallecido anciana, mientras que ella invernaba en la nave de socorro del Nostromos; en su intento de protección con Newt, como también en la propia Reina Alien.


 Pero uno de los principales logros es la evolución en los aliens. No solo nos encontramos con una especie de colmena, sino todo un ejército de aliens-soldados y la Reina, un auténtico reto para el equipo dirigido por el genial animador Stan Winston, la rival a la altura de Ellen Ripley (Sigurney Weaver).

  El comienzo de Aliens Return enlaza directamente con el final de Aliens, el octavo pasajero, con el rescate a Ripley y la secuencia del juicio, con las fotos de la primera tripulación y los ejecutivos, cuya nota futurista se observaba en los cuellos subidos y el mobiliario.

 Desde ese momento es todo Cameron, con una fuerte presencia militarista y el inicio de la guerra.

 Join to the Marines!

 Todavía llegaría en tardar, pero en esta película James Cameron introduce elementos que volverán a aparecer en otras muchas: aliens, avaricia corporativa y marines.

 En la película resuena el grito de Join to the Marines!, en la lucha entre los aguerridos marines, que hacen gala de un valor y de una inventiva táctica frente a lo desconocido, el enemigo monstruoso y deshumanizado.

  El primer Alien supuso una novedad, rompiendo la imagen de la tripulación uniformada de todas esas películas espaciales al estilo de “Star Treck”. Aquí se da un paso más, con estos soldados individualizados y representando cada uno de ellos, un arquetipo concreto. Pero la visión del ejército es totalmente deformada en esta primera incursión militarista del director, parecen formar parte de un comando de élite completamente indisciplinado o a punto de licenciarse.

 -¡Oh amigo, yo iba a licenciarme, cuatro semanas y fuera! ¡Y ahora voy a dejarme el pellejo en esta roca!

 Entre los que destacamos la figura del sargento.

 -Muy bien nenes, ¿qué esperáis? ¿desayuno en la cama? Otro glorioso día en el Cuerpo de Marines es como un día en el campo. Cada comida es un banquete, cada paga, una fortuna, cada formación es un desfile. ¡Me encanta el Cuerpo!

 Igualmente, habría que observarse la influencia de la Guerra de Vietnam. Los soldados de la película hacen un alarde armamentístico y tecnológico ante lo que se presenta como “una cacería de bichos”. En principio, unos enemigos inferiores, aludiendo a la derrota americana en Vietnam, cuando no supieron enfrentarse a unos enemigos a los que habían calibrado en función de su armamento. En realidad, este es el punto de arranque de otras muchas películas que siguieron el éxito de este film, destacando Depredador (John McTiernan).

  En esta trama principal descubrimos la camaradería y lealtad, propia de estos personajes (una  influencia del cine de Howards Hank en Cameron), como también el amor que siente Ripley por Newt. Newt es la niña, agarrada a una muñeca, superviviente que va como ida, toda una referencia de grandes clásicos, similar a la pequeña que había perdido la cabeza en Centauros del desierto (The Seachers, John Ford) o la niña de La humanidad en peligro (Gordon Douglas). También encontramos el tema de la avaricia (importantísimo para comprender una buena parte del cine de James Cameron), aquí representado en la empresa Weyland-Yutani y en concreto, en Carter Burke (Paul Reiser), el enviado por la Compañía junto a los Marines.  

 Una versión de Howard Hawks.

 James Cameron introduce en la película una estructura puramente hawkensiana. Lo vemos en la figura de Ripley, que llega a ser aceptada en un grupo cerrado de Marines de la nave Sulaco, debido a su experiencia ante la amenaza de las criaturas xenoformas del planeta Acheron. De ahí, que Cameron ya no recurre al terror gótico de la original sino al espíritu de camaradería propio del cine bélico o del western. Este esquema aparecerá en otras películas del realizador, sobre todo en Abbys (The Abbys) con el enfrementamiento de especialistas (científicos y militares) y una historia de amor, muy a lo Howard Hawks, entre Ed Harris y Mary Elisabeth Mastrantonio.  

 Al final nos quedamos con una magnífica película de género, con unos efectos especiales muy conseguidos que, sin embargo, no logran camuflar los mil y un fallos de continuidad o que algunas maquetas parecen demasiado maquetas. Eso sí, el film es toda una referencia en la ciencia-ficción y un hito en la saga de Alien.


 


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