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Travelling. Blog de cine.

El libro objeto de culto, fantástico y cinematográfico.

-Esta Biblia es el primer libro que se imprimió y representa el inicio de la Edad de la Razón. Yo creo que la palabra escrita es el mayor logro de la humanidad. Sí, ríete. Pero si nuestra civilización se acaba, salvaré al menos un pedazo de ella.

El día de mañana, Roland Emmerich.

En toda historia, tanto literaria como cinematográfica, es normal presentar el enfrentamiento entre el poder del bien y del mal por un objeto mágico capaz de dotar a su dueño de un gran poder. Estos han sido variados y variopintos, desde espadas, anillos, lanzas o arcas, pero también encontramos en un espacio muy destacado a los libros.

-¡Ya sé lo que son libros! Tengo muchos en mi casa.

-¡Ya, teveos!

-No, La isla del tesoro, El último mohicano, El mago de Oz, El señor de los anillos, 20000 leguas de viaje submarino, Tarzán de los monos.

Todos sabemos lo que es un libro, pero no todos saben de lo que son capaces. Otro cineasta alemán, afincado igualmente en Hollywood, Wolfgam Petersem nos contaba el poder de la imaginación de un libro en manos de un niño, en esa fantástica aventura llamada La historia interminable.

                                 La historia Interminable-4

-¿No te has convertido nunca en el capitán Nemo atrapado en tu submarino mientras te ataca un calamar gigante?

-Sí.

-Y, ¿no tenías miedo a no poder escapar?

-Pero, si solo es un cuento.

-Eso es a lo que me refiero, los libros que tu lees sólo son cuentos.

Un libro puede servir para ayudar a unos detectives a resolver unos crímenes (David Fincher, Seven) o para denunciar una injusticia social (Criadas y señoras).

-Debes leer el libro, es muy escandaloso.

-¿Qué libro?

-Se titula, Criadas y señoras.

Existe el poder redentor de los libros, para alejar de la violencia a un conflictivo joven neonazi en American History X o para recuperar la dignidad de un preso negro en Huracan Carter.

- Veía a Nelson Mandela, en su celda, escribiendo su libro. Y veía a Hugh Hitz, y a Victor Hugo, y a Emilè Zola. Y me preguntaban, ¿eh, Rub, qué haces ahí dentro? “¡Yo os conozco, chicos!”. Eso es magia, Lesla.

Pero el conocimiento es también un arma poderosa y si se quiere acabar con él, primero hay que destruir los libros. El cine se ha interesado, por ejemplo, en la quema de libros llevada a cabo durante la Alemania nazi; tema que quedaba sublimado en la tercera entrega de la saga de Indiana Jones, La última cruzada.

- ¿Qué le dice ese diario que no nos diga a nosotros?

- Me dice que los cretinos como usted, que andan a paso de ganso, deberían leer libros, en vez de quemarlos.

                         hitler-firma-libro-Indiana-Jones-Ultima-Cruzada-quema-Berlin

El libro es señal de conocimiento, de emancipación intelectual, de libertad; en definitiva de "cordura" ante ciertos gobiernos. Como en los regímenes totalitarios y dictatoriales, los mundos distópicos también se caracterizan por un control del pensamiento. Ya lo decía Wilson (John Hurt) en 1984 (Michael Radfort): "Desde la era del Gran Hermano y la policía del pensamiento, un hombre muerto os saluda". Estas distopías señalaban la contradicción entre el bienestar y la sociedad supuestamente perfecta. Sus gobiernos habían logrado suprimir la individualidad y con esta frenaban cualquier actividad que fomente el interés intelectual y la lucidez, como el arte o la literatura. En este sentido, no hay obra referencial como el de Fahrenheit 451, novela escrita por Ray Badbury. El título - que alude a la temperatura que debe alcanzar el papel para que arda - es una fábula en donde un bombero pirómano se cuestiona las reglas de su sociedad, bajo un agobiante control del pensamiento sucumbiendo la cultura escrita a la audiovisual.

- Los libros no son más que trastos inútiles, sin ningún interés.

- Entonces, ¿por qué hay quienes lo siguen leyendo a pesar del peligro que corre?

- Precisamente por qué está prohibido.

- ¿Y por qué está prohibido?

                          Fahrenheit_451_1

El libro de Eli es la última parada cinematográfica en donde el libro cuenta con un gran valor para una sociedad post apocalíptica en donde la anarquía lo domina todo. Este libro es la Biblia, empleada por unos como un instrumento de control, y por otros, como una herramienta a favor de una espiritualidad perdida.

- Todo por un puto libro.

- ¡No es un puto libro! Es un arma, un arma que apunta al corazón y al alma de los débiles y desesperados. Con ella, podemos controlarlos.

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