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Leaving Las Vegas: la ciudad del neón en el cine.

Leaving Las Vegas: la ciudad del neón en el cine.

- Dinero, toneladas de dinero. ¿Qué creen que estábamos haciendo en medio del desierto? Es por todo ese dinero.

 Haga un ejercicio mental, cierre los ojos y piense en Las Vegas. Seguramente estará repasando sus grandes casinos, sus llamativas luces de neón, el dinero, el sexo y los espectáculos que surgen en esa ciudad como salidas de la chistera de un mago. Welcome to Las Vegas, la Meca del vicio. Es una de esas estaciones frecuentadas por el séptimo arte, en todos los géneros posibles, desde comedias disparatadas a dramas criminales y producciones dirigidas para consumo familiar. Las Vegas es un grotesco y superlativo templo del capitalismo, meca del dólar y Vaticano del Sueño Americano. Sus neones y sus artesonados de cartón piedra han sido, son y serán escenarios de destrucción, amor, combates, música y magia.

 - Como abogado, te recomiendo ir al Tropicana a ver la Banda y los Rogers en la Sala VIP.

- Hablando de mañana, ¿tienes que hacer algo?

- Sí, pero lo discutiremos esta noche.

 La primera parada en esta ruta turística por la ciudad del dinero, es la que hemos tomado para el título del reportaje, Leaving Las Vegas. La vida de un escritor (Nicolas Cage) que se dejó morir en la conocida ciudad de Nevada, a través de todo tipo de excesos. Sin embargo, Casino (Martin Scorsese) sigue siendo de lo mejorcito que pasa entre bastidores; el espectador descubre la fascinación del poder y la riqueza extrema que permite estar en la cumbre, seducido por un Mefistófeles en el campo del juego.

 - Yo, Ace Rosthein, era el mejor apostador del mundo, era tan bueno, que cuando apostaba podía cambiar el sentido de la apuesta de los demás jugadores del país.

 Será por esta atracción que tiene el mundo de los casinos lo que hizo que la mafia se asentara en Las Vegas. El retrato más conocido del lodo y el oro de este mundillo del crimen organizado, El Padrino (Francis F. Coppolla), dedicó una acertada mirada a todo aquello que conocemos de esta Meca del Vicio.    

 - Tendrá la licencia si la quiere. Su precio son 250.000 dólares, más el 5% de los ingresos brutos para comenzar, y eso de los cuatro hoteles, Señor Corleone.

- Mi oferta es esta, nada.

 Además de ser un recorrido por los lugares comunes de unas Vegas bañadas por el oro y el lodo de la mafia, es casi un quién es quién en la ciudad del neón. Siempre hay alguien que se pasa de listo e intenta estafar al casino, personaje que aparece en el filme de Scorsese. Y casi llegamos a simpatizar con estos timadores de tres al cuarto, sobre todo conociendo los tipos que dirigen esa clase de locales, pero –claro- la avaricia es el pecado de Las Vegas.

 Toda una fauna que habita la capital de las apuestas junto a otros tantos sospechosos habituales. El que frecuenta Las Vegas esperando hacer su agosto en algunos de sus casinos, aunque por lo general la fortuna y la vida la ganan o la pierden con un simple giro de la ruleta. Es el jugador, uno de esos tipos que encontrarás en la Meca del vicio.

Dos hombres vestidos con trajes grises suben unas escaleras mecánicas hacia el templo del dólar. Uno de ellos es un hombre de negocios sin escrúpulos, el otro tiene la mirada perdida, los nervios a flor de piel y la mente de un privilegiado matemático. Tom Cruise y Dustin Hoffman son dos hermanos que hacen saltar la banca en Rain Man (Barry Levinson).

                        

                            

Donde haya dinero y apuestas, estará alguien que sea gafe. Quizás, ser gafe y frecuentar los casinos sea el colmo de cualquier habitual en Las Vegas, pero también puede ser uno de esos objetos de cultos apreciados por sus dueños para que las apuestas caigan del lado de la casa, es decir que nada impida que “la banca gane”. Si hay un jugador en racha, basta con tocarle el hombro para traspasarle el cenizo durante toda la noche. Un lujo profesional para un tipo con cara de palo como William H. Macy en The cooler (Wayne Kramer).

El perdedor es otro de los personajes más clásicos en toda historia de dinero, y por tanto forma parte de la fauna cinematográfica de Las Vegas. Pero, ¿existe mayor pardillo que aquel que pierde los ahorros y su mujer en una sola mano? Woody Harrilson debía reconocer la realidad, es bastante difícil competir con todo un galán como Robert Refort sobre todo cuando la chica, Demi Moore, bien valía su millón de dólares en Una proposición indecente.

También encontrarás chicas malas y prostitutas de lujo, con la Ginger de Casino (Sharon Stone) como uno de sus referentes en el séptimo arte. Alguien que sabe moverse por los casinos y ganarse el respeto de la gente respetable, aunque suela relacionarse con las personas equivocadas. El chulo, quien la maltrata y le quita el dinero, es aquel personaje que siempre estará cerca de este tipo de chicas, como sucedía en Casino con Lester Diamond (James Woods).

- Te estoy protegiendo en esto, ¿vale? Recupera tu parte y serás la primera, ¿vale?

Por fin, Las Vegas es un lugar de culto donde cientos de íconos de la cultura y sus seguidores pretenden conservar íntacto el recuerdo de algunos mitos como Elvis Prestley o Marilyn Monroe. Pero hoy en día, buena parte de esa magia se está perdiendo, como señaló el personaje de Ace Rosthein, “convirtiéndose los casinos en grandes parques de atracciones en donde los padres de familia vienen a gastarse sus ahorros”.

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